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Kelly Bandala
Puebla es conocida en todo nuestro país por sus hermosos lugares, pero algo que encanta a cualquiera es su deliciosa gastronomía ya que los poblanos elaboramos platillos de combinaciones poco convencionales y con sabores peculiares.
La mayoría de las personas que han probado el mole poblano aseguran que es un platillo delicioso e interesante y cómo no pensarlo si para su elaboración se mezclan más de veinte ingredientes: chile ancho, mulatos, pasillas, jitomate, pasas, ajonjolí, pan frito, clavos, azúcar, canela, chocolate, etcétera.
Algo curioso de los platillos típicos poblanos es que todos tienen una leyenda que contar y el mole poblano tiene una propia.
La leyenda dice que hace muchos años Puebla recibía la visita del virrey y el arzobispo de la Nueva España y, para que estos tuvieran una cálida visita, un convento (probablemente el de Santa Clara) ofreció un banquete.

El encargado de la cocina era el Fray Pascual, el cual estaba demasiado nervioso pues quería preparar la comida más deliciosa que jamás se hubiera probado, algo digno de ofrecer al virrey. Por alguna razón, Fray Pascual comenzó a perder tiempo y su nerviosismo era cada vez mayor; daba órdenes llenas de gritos pero ni así el banquete estaba listo.
Fray veía que cada vez llegaban más invitados al salón así que comenzó a guardar en la alacena algunas especias e ingredientes; con los nervios de punta, el encargado tropezó y fue entonces cuando todo lo que llevaba en las manos cayó en una cazuela que estaba en el fuego, la cual contenía dos guajolotes ya casi listos.
El fuego hizo que todo lo que la cazuela tenía dentro se mezclara rápidamente y Fray no tuvo otra opción más que servir a los invitados la extraña combinación y rezar para que el platillo fuera del agrado del virrey y el arzobispo. Cuando las personas probaron la mezcla quedaron fascinados y así, extrañamente, la celebración fue un éxito.
Es gracioso que el mole poblano se haya creado gracias a un accidente, pero de cualquier manera (si la leyenda es cierta) estamos felices de que este platillo haya nacido en nuestra Puebla.