Todo parece indicar que se trató de una venganza
Exclusivas Puebla
Con base a reportes oficiales, la tarde-noche del sábado pasado, un vendedor de chicles murió asesinado de cuatro impactos de bala que le infirió un sujeto que subió a la misma unidad donde el ahora occiso vendía sus golosinas, tan sólo para acabar con su existencia y ante la sorpresa y el pánico del resto de los pasajeros. Los hechos se registraron a bordo de una de las unidades de la línea foránea de SCTA (Sociedad Cooperativa Tecali de Autotransportes), cuando Miguel, de 30 años, pidió permiso al conductor de la unidad 60 para subir y vender sus productos. Un par de minutos después, el presunto responsable hizo lo propio al detener el vehículo para abordarlo. Una vez que pagó su pasaje, éste se quedó parado en medio del pasillo del autobús y esperó que el chofer pusiera en marcha la unidad. No pasaron ni 20 metros, cuando de repente sacó de entre sus ropas un arma de fuego y se dirigió directamente a Miguel, a quien, de acuerdo con los testigos, éste sólo le dijo “ahora sí, ya valiste madre…” y descargó su arma en por lo menos cuatro ocasiones. Los hechos ocurrieron la tarde del pasado sábado 17 de noviembre. De acuerdo a información publicada por El Sol de Puebla, el vendedor, quien fue identificado como Miguel, tenía aproximadamente 30 años, abordó la unidad 60 de la SCTA a la altura del entronque de Amalucan. Uno de los proyectiles se alojó en la cabeza de la víctima, otro más en el pecho y dos impactos más fueron en las costillas. Luego de haber acabado con su objetivo, el asesino le pidió al chofer lo bajara, quien abrió la puerta de inmediato para dejar escapar al homicida, que hasta ahora no está identificado. Fue justo a la altura del Bulevar 18 de Noviembre y la colonia Joaquín Colombres, de esta ciudad capital, donde se registró esta ejecución, que hasta el momento se presume fue un acto de venganza por problemas personales entre la víctima y el asesino