Los sometían a inhalar óxido de nitrógeno para conocer sus reacciones
Huffington Post
Un nuevo escándalo se ciñe no sólo para la armadora alemana Volkswagen, ya que junto con las firmas BMW y Daimler (fabricante de Mercedes-Benz) han generado una gran polémica, después de The New York Times y varios diarios alemanes dieran a conocer que financiaron pruebas con monos y seres humanos en 2014.
Nada de esto hubiera molestado de no ser porque los experimentos consistieron en probar los efectos cancerígenos de gases contaminantes de autos (como óxido de nitrógeno). Estas pruebas surgieron a raíz del ‘gasegate’, cuando Volkswagen admitió falsear pruebas para pasar los límites de emisiones contaminantes.
Varios fabricantes automotrices, liderados por Volkswagen, financiaron experimentos a través de los cuales se obligó a 10 monos y seres humanos a inhalar gases emitidos por motores diésel. El propósito era comprobar los efectos de estos gases en el sistema respiratorio y la circulación sanguínea.
Los experimentos habrían sido encargados por la Asociación Europea de Estudios sobre la Salud y el Medio Ambiente en el Transporte (EUGT, por sus siglas en alemán), entidad fundada por los consorcios automovilísticos Volkswagen, Daimler y BMW.
Los experimentos con monos fueron encargados al laboratorio Lovelace Biomedical en 2013; los experimentos se habrían realizado en 2015. Se dice que un directivo de Volkswagen, actualmente detenido en EU por el escándalo de manipulación de datos de emisiones, habría llevado personalmente un VW Beatle al laboratorio, para los experimentos. Las emisiones de este coche fueron conducidas a una pequeña habitación hermética donde se habían encerrado a los monos.
Los mismos medios aseguran que la EUGT también encargó estas investigaciones en seres humanos. En nombre del Consejo de Supervisión de Volkswagen me distancio con total determinación de este tipo de prácticas”, afirmó Hans Dieter Pötsch, presidente del Consejo de Volkswagen.
Asimismo, señaló que el Consejo se ocupará de que esas prácticas sean aclaradas sin reservas y aseguró que quien fuera responsable “tendrá que rendir cuentas”. Por su parte, el primer ministro del estado federado de Baja Sajonia (norte de Alemania), Stephan Weil, calificó de “absurdos y repugnantes” los experimentos.
Baja Sajonia tiene participación en Volkswagen por lo que Weil, como primer ministro, es miembro del Consejo de Vigilancia del consorcio. También el gobierno federal alemán criticó duramente los experimentos y dijo que estos no tenían ninguna justificación ética ni científica.
Lo que tienen que hacer los fabricantes de automóviles con las emisiones es reducirlas y no pretender demostrar que no son dañinas con ayuda de experimentos con monos y hasta con seres humanos”, dijo el portavoz del Gobierno, Steffen Seibert. Por su parte, la Comisión Europea instó a las autoridades alemanas a emprender acciones “urgentes”.
“Estamos impactados por la noticia como todo el mundo. Tomamos nota del objetivo de las autoridades alemanas de investigar el asunto y esperamos que lo hagan”, dijo el portavoz del Ejecutivo comunitario Margaritis Schinas.
Ya hay castigos
De momento, Volkswagen ya ha cesado temporalmente a su apoderado general, Thomas Steg, hasta que se aclaré lo sucedido. El señor Steg ha declarado que asume toda la responsabilidad. Esto yo lo respeto”, afirmó el presidente de Volkswagen, Matthias Müller.
En una entrevista con el diario alemán Bild Zeitung, Steg reconoció que fue informado por correo electrónico de que la EUGT pretendía experimentar sometiendo también a humanos a emisiones de gases.
“Respondí que, naturalmente, no se podía admitir eso”, dijo Steg, quien aseguró que ese estudio no se realizó en ese entonces. Añadió que, después de que se rechazasen los experimentos con humanos, en junio de 2013 la EUGT decidió realizar el estudio con monos, para los que “se respetaron los estándares científicos internacionales”. Con información de EFE.