Kelly Bandala
A la llegada de los españoles entraron diferentes especies y, años después, las monjas las combinaron con las de nuestro estado para así elaborar no solo comidas, sino también dulces. Sobre la Avenida 6 Oriente, se encuentra la famosa Calle de los Dulces, antiguamente llamada Calle del Portal de Santa Clara. Esta calle es recordada por muchos de los poblanos que ahora son adultos pues en su época de niños la mayoría iban a caminar por las calles de el centro sin dejar de pasar a comer un chocolate o un camote a esta calle. Actualmente toda la gama de dulces representativos de Puebla se encuentra en La Calle de los Dulces y se puede considerara el corazón de la dulcería típica poblana. Los estantes de cada local desbordan deliciosos colores y sabores, los jamoncillos, las trufas decoradas, los rompopes, macarrones, tortitas de Santa Clara, entre otros postres deleitan no solo el paladar, sino también el ojo del observador. Todos los locales ya han estado en la calle por años pero, gracias a las remodelaciones de los dueños de cada uno, se siente como si los años no hubieran pasado pues las vitrinas y muebles al estilo colonial muestran la tradicional y sofisticada repostería de Puebla. En esta calle sobrevive una Puebla colorida y melosa, donde no solo los dulces son protagonistas, también las manos elaboradoras de cada dulce típico; esas manos que trabajan diariamente moldeando y estirando masa para hacer llegar a cada tienda el olor y sabor dulce. Un adorno de la calle también son las artesanías gracias a que en cada tienda se vende talavera, bolsas, adornos, rebozos y muchas prendas tejidas a mano. Aunque, con el paso del tiempo, La Calle de Los Dulces ha cambiado siempre conserva sus locales tan coloridos, llenos de olores y sabores que solo en Puebla podrás encontrar. Si eres de alguna otra ciudad o estado no puedes irte sin pasar por esta calle y si eres de la capital sabes que La Calle de los Dulces es un lugar lleno de el delicioso espíritu poblano.