Eduardo Sánchez/Jesús Lemus
La oveja negra de Morena, Héctor Alonso Granados, se encuentra ausente en el Congreso del Estado, pese a estar en vísperas de la entrega del informe de actividades del primer año como diputado, sin mencionar que ha faltado a todas las sesiones del segundo año legislativo.
Alonso Granados inició su carrera política en el PRI, después se sumó a Nueva Alianza, donde se convirtió en el aliado del ex gobernador Rafael Moreno Valle Rosas y después se volvió militante de Morena, donde se mantiene, aunque fue expulsado de la bancada dentro del Congreso del Estado.
Con un pasado cuestionable por su intolerancia a la crítica y sus agresiones contra periodistas poblanos que han llegado hasta los tribunales, Héctor Alonso figura una vez más como diputado y, durante sus primeros meses, evidenció parte de lo que tenía para el partido en este 2019.
En noviembre pasado se rumoraba que Granados buscaba reemplazar a José Juan Espinosa, entonces presidente de la Mesa Directiva en el Congreso del Estado, debido a los altercados que éste último tenía con el resto de las bancadas.
Para enero, reveló que José Juan Espinosa había pedido a él y sus compañeros el respaldo para su esposa, la senadora por Morena, Nancy de la Sierra, en su búsqueda como candidata a gobernadora de Puebla.
Esto, luego de mantener una pelea durante una sesión de la Comisión Permanente, en la que JJ le pidió al legislador solicitar licencia, pues días antes anunció su interés por ocupar el cargo de gobernador interino.
Aunado a esto, pocas son las acciones que se le pueden contar a Héctor Alonso en su labor como legislador, al término del primer periodo de sesiones había presentado casi 18 propuestas de trabajo, pero solo tiene una aprobada en favor de las personas con discapacidad en el estado de Puebla. De igual forma, registró un total de tres faltas.
Además, forma parte de la comisión que revisa la reconstrucción por el sismo del 19-S. Misma que sólo ha sesionado en tres ocasiones desde 2018, pese a que Puebla es la entidad con mayor rezago en los trabajos de reconstrucción, así como se han detectado múltiples irregularidades en el manejo de los recursos públicos destinados a la reconstrucción.
Desterrado de Morena
Los problemas con Morena se agravaron a finales de enero, cuando los disturbios por la elección del interino llegaron a su fin, pues Alonso conformó un bloque morenista para hacer frente a los anuncios de Yeidckol Polevnsky, lideresa nacional del partido, sobre repetir la candidatura de Luis Miguel Barbosa.
Seis legisladores liderados por Granados solicitaron a la dirigencia nacional abrir un proceso de selección de candidato a la gubernatura.
Para junio, la Comisión Nacional de Honor y Justicia de Morena decidió expulsar al legislador de la bancada del partido tras hacer comentarios misóginos al ser cuestionado sobre la legalización del aborto.
“Hay que pensar antes de abrir las piernas y dejarte embarazar. ¿Por qué quieren trasladar al gobierno un acto irresponsable de sexo?”, fue la declaración que Granados hizo a los medios de comunicación.
Diputado aficionado a los golpes
En años pasados, cuando figuraba como legislador local, pero en representación del Partido Nueva Alianza, Granados fue estelar de escándalos en el Congreso del Estado. Uno de ellos fue su discusión con un fotoperiodista del periódico Milenio, a quien en 2011 amenazó con golpearlo tras haber contestado su celular en medio de una sesión.
En diciembre de ese mismo año, nuevamente incitó a los golpes a reporteros de Ultra Noticias y Grupo Sexenio. En este caso, los acusó de haber rechiflado mientras intervenía en una de las sesiones del Congreso, la pelea llegó hasta la sala de prensa.
En ambos casos, se procedió de manera legal contra el diputado, aunque el problema no paso de ahí. En el segundo caso, el entonces diputado Enrique Doger declaró que fue él quien abucheó a Granados y no los reporteros.
Sin aprender
Este miércoles exhibió de nueva cuenta lo patán que representa y agredió verbalmente al presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política, Gabriel Biestro Medinilla.
Todo ocurrió casi en la recta final de la sesión del Congreso, cuando el diputado sin partido usó la tribuna parlamentaria para arremeter en contra de Gabriel Biestro.
Segundos más tarde, Gabriel Biestro se defendió desde la misma tribuna, pero cuando bajó fue encarado por Alonso Granados en las curules, donde le gritó “cobarde” en varias ocasiones.