Nuevo brote en China hace temer resurgimiento de la enfermedad que devastó al mundo en la Edad Media
La Tercera
La peste bubónica, conocida como “peste negra” durante la Edad Media, es una enfermedad altamente infecciosa y a menudo letal que suele propagarse a través de roedores. Aunque está prácticamente erradicada, aún se producen brotes, como el reportado en China, lo que genera preocupación ante la posibilidad de que se transforme en una nueva y devastadora pandemia.
Desatando preocupación sanitaria y médica alrededor del mundo, autoridades chinas de una ciudad en la región china de Mongolia Interior emitieron un alerta el domingo después de que un hospital reportó un caso sospechoso de peste bubónica.
La advertencia fue realizada por la Comisión de Salud de la ciudad de Bayannur, la que publicó la alerta sanitaria de tercer nivel de un sistema de cuatro categorías.
El instructivo, por ejemplo, prohíbe la caza y el consumo de animales que podrían trasmitir la plaga y pide a los residentes que reporten cualquier caso sospechoso de peste o fiebre sin razones claras, y que informen sobre marmotas enfermas o muertas, algunos de los animales que se sabe son capaces de transmitir la peste.
La advertencia ocurre apenas unos meses después de que se reportaron casos de peste en personas de Mongolia Interior en noviembre pasado, incluyendo dos contagios de peste neumónica, una variante más letal de la plaga.
La peste bubónica, que fue conocida como “peste negra” durante la Edad Media, es una enfermedad altamente infecciosa y a menudo letal que suele propagarse a través de roedores.
Los casos de peste bubónica no son raros en China, pero los brotes son cada vez menos frecuentes.
La enfermedad es provocada por la bacteria Yersinia pestis, la que causa hinchazón de los nodos linfáticos y manchas negras en la piel, lo que le da su nombre.
La peste habría llegado a Europa a través de los ejércitos mongoles y los mercaderes que recorrían la próspera “ruta de la seda”.
Más de 700 años después, muchos estiman que esta bacteria se extinguió. Pero en rigor ha seguido atacando: la última vez que lo hizo desenfrenadamente fue a fines del siglo XIX y principios del XX.
Aunque los científicos creen que la bacteria evolucionó para ser menos mortal, la peste nunca “se desvaneció” realmente. Existen casos documentados en Estados Unidos, de perros semisalvajes que aún cargan con este patógeno, y que pueden transmitirlo a las personas.
De hecho, aunque son casos raros y rápidamente aniquilados con antibióticos, hay fichas médicas de personas infectadas. La bacteria aún está vigente, y científicos y médicos siempre están atentos ante la eventualidad que genere una nueva pandemia.