Este martes fue localizado el cuerpo de una mujer de 36 años en el municipio de Tuxcacuesco
Infobae
La intensa lluvia que cayó el domingo por la tarde en el municipio de San Gabriel, Jalisco, fue el preludio del desbordamiento del Río Apango, que dejó a su paso cuatro muertes y más de 3 mil damnificados. El último cadáver se localizó a 28 kilómetros siguiendo el cauce, ya en territorio de Apulco, municipio de Tuxcacuesco. Las autoridades del estado continúan haciendo el recuento de los daños, pero ya confirmaron que son cientos de casas, negocios y automóviles los que resultaron dañados por la avalancha de lodo que inundó la zona centro de la población. La Unidad Estatal de Protección Civil y Bomberos de Jalisco (UEPCBJ) detalló que la corriente arrastró troncos, basura y lodo que se desbordaron en 200 metros de ambos lados del cauce del río Apango, y a lo largo de 4.5 kilómetros de la cabecera municipal. Las víctimas mortales fueron dos mujeres, de 36 y 60 años, y un hombre cuya edad no se ha establecido. De acuerdo con los pobladores, la causa del desbordamiento podría estar relacionada con los cambios recientes en la producción de aguacate, una fruta clave en el desarrollo de San Gabriel por su adaptación a las condiciones climatológicas. Y es que, según el regidor Moisés Nava, en las últimas semanas se registraron incendios que fueron provocados para cambiar el uso de suelo y permitir la expansión de cultivos de aguacate. “Hace algunos días hubo muchas quemazones por este lado, esas quemazones ocurrieron en el cauce del río, los cerros quedaron pelones y toda esa agua que cayó, se juntó en el cauce, bajó con troncos, lodos y material quemado”, señaló. Un día antes del desbordamiento, la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet) desactivó una alerta atmosférica en San Gabriel, fijada desde el 9 de mayo a causa de los incendios. El Estado de Fuerza que llegó a auxiliar a la población está conformado por 593 elementos de los tres órdenes de gobierno, 115 vehículos, 2 helicópteros.