La líder panista en Puebla, en vez de apoyar con el 50% de su salario para insumos que contrarresten la actual pandemia, defiende a una familia presuntamente ligada al huachicol
Jesús Lemus
El Partido Acción Nacional se sigue escudando en los ataques bajos hacia el gobierno estatal para mantener sus intereses a favor de la familia Valencia Ávila, que se caracteriza por tener un cacicazgo de 10 años al frente del municipio de Venustiano Carranza.
La líder del albiazul, Genoveva Huerta Villegas, se aferró al mismo discurso político aburrido, para señalar que los Valencia Ávila sufren de un desprestigio político, a pesar de la serie de pruebas y reportajes en medios de comunicación que los señala de tener vínculos con el crimen organizado.
Añadió que estos supuestos ataques son para desacreditar al PAN rumbo al 2021, cuando habrá elecciones intermedias para renovar presidencias municipales, pero de nueva cuenta no presentó pruebas que sustenten sus dichos.
Cuestionada sobre la exigencia que tienen algunos líderes del albiazul para que de una vez por todas se deslinde de esa familia vinculada con la delincuencia organizada, Huerta Villegas sólo se aferró a señalar que no conoce los cuestionamientos.
Cabe señalar que la panista Ana Teresa Aranda Orozco criticó en sus redes sociales que la líder del albiazul, Genoveva Huerta Villegas, esté protegiendo a dicha familia a pesar de los señalamientos que tienen sobre vínculos con el crimen organizado.
Pidió la intervención del líder nacional, Marko Cortés Mendoza, para cuidar a la institución y evitar que se les vincule con estas personas a quienes señaló de haber tomado de “rehén” al PAN en la Sierra Norte de Puebla.
La familia Valencia Ávila se ha visto envuelta en una serie de escándalos, el más reciente fue del 23 de abril cuando se divulgaron unas fotografías donde elementos de la Guardia Nacional posan con los ex ediles Jorge, Rafael y Marco Valencia Ávila, además de Vicente Valencia Ávila, actual alcalde de Venustiano Carranza.
Lo anterior provocó que por convivir con supuestos delincuentes en el estado de Puebla, la Guardia Nacional destituyera al director General de Vigilancia y Supervisión Interna de la Unidad de Asuntos Internos, quien aparece en imágenes difundidas hace unos días con presuntos delincuentes.
La institución, encabezada por el general retirado Luis Rodríguez Bucio, informó el viernes pasado que las investigaciones continuarán hasta determinar las sanciones administrativas y legales que resulten al mando separado del cargo, cuyo nombre se reservó “en atención al debido proceso y a la presunción de inocencia”, debido a que todavía se continúa la indagatoria.
En 2018 la Policía Federal realizó cateos en viviendas del municipio de Venustiano Carranza, incluida la del ex edil, Rafael Valencia, por presuntos ilícitos, como el robo de combustible, situación que derivó en detener a la esposa de este último, aunque horas después salió bajo fianza tras liquidar un pago de 20 mil pesos.
En aquella ocasión se encontraron seis armas de fuego, 50 mil litros de hidrocarburo de dudosa procedencia, vehículos de lujo y cartuchos útiles para armas de diferentes calibres.
La pareja del edil y una ama de llaves lograron que un juez de control federal les concediera seguir su proceso penal en libertad con medidas cautelares.
Los Valencia Ávila siempre se venden al mejor postor político a cambio de protección en la zona de Venustiano Carraza, pues si bien fueron cobijados por el ex gobernador Mario Marín Torres, este grupo político se arrojó años después a los brazos del ex mandatario Rafael Moreno Valle Rosas, para orquestar diversas operaciones políticas en las votaciones 2010, 2016 y 2018, años en los que el PAN mantuvo el poder en el estado de Puebla.
El actual presidente municipal de Venustiano Carranza, Vicente Valencia Ávila, llegó al cargo en las elecciones del 2018, abanderado por la coalición formada por el PAN-PRD y Compromiso Por Puebla, aunque este mismo y 10 años atrás había gobernado la misma región pero por el PRI.
Jorge Alejandro fue el encargado de sucederlo en el periodo 2011-2014 y luego llegó al relevo su hermano Rafael Valencia Ávila, quien continuó con el cacicazgo hasta 2018.