Sin embargo
El aumento en los precios de los alimentos, la gasolina, el gas y la energía eléctrica han llevado a las principales economías de América y Europa a alcanzar niveles récords de inflación no vistos en más de 10 años, por lo que los gobiernos del mundo han implementado estímulos para mantener la confianza de los hogares y las empresas.
¿Qué es lo que causa este fenómeno?
Economistas y organismos señalan al menos seis factores. El Fondo Monetario Internacional (FMI) en un análisis titulado “Amenazas de inflación en una recuperación de características desconocidas”, destacó que una de las razones del aumento en los precios se debe a que la recuperación económica ha estimulado una rápida aceleración de la inflación este año en las economías avanzadas y de mercados emergentes, producto de una demanda sólida, la escasez de oferta y el rápido aumento de los precios de las materias primas.
En el análisis —elaborado por Francesca Caselli y Prachi Mishra— se advierte que las economías avanzadas posiblemente enfrenten presiones inflacionarias a corto plazo y su impacto se modere a lo largo del tiempo.
En los mercados emergentes, en cambio, las estimaciones de la relación entre la capacidad ociosa —la cantidad de recursos de una economía que no se utilizan— y la inflación parecen ser más sensibles a la inclusión del periodo de la pandemia en la muestra de estimación.
Aunque la inflación durante la pandemia se ha mantenido anclada, es decir que a futuro rondará alrededor del ancla que cada banco central publicó, el FMI alertó que los compromisos de gasto público a largo plazo y los shocks externos también podrían contribuir a desanclar las expectativas, en especial en economías en las cuales se cree que sus bancos centrales carecen de la capacidad o de la voluntad para frenar la inflación.
Economistas destacan que de ocurrir este escenario se podrían observar episodios como fuertes tasas de depreciación del tipo de cambio en mercados emergentes, seguidos habitualmente de aumentos del déficit fiscal y en cuenta corriente.
El Banco de México (Banxico) advirtió que presiones inflacionarias globales y los cuellos de botella en la producción continúan afectando los precios al consumidor, por lo que estimaron que al cierre de este año la inflación finalice en 7.2 por ciento.
Para el subgobernador Jonathan Heath es necesario actuar para controlar la inflación. “Si esta inflación se traslada a mayores costos y empuja las expectativas al alza, vamos a tener problemas aún después de que los factores temporales desvanecen”.
Una de las medidas que tienen los bancos centrales del mundo para controlar la inflación es aumentar la tasa de interés. En el caso de México, donde la inflación llegó a 7.05 por ciento la primera quincena de noviembre, Banxico aplicó un cuarto aumento consecutivo a la tasa de interés de referencia y la estableció en 5.0 por ciento.
El subgobernador Gerardo Esquivel, quien votó en contra de esta medida, advirtió que subir las tasas de referencia no ha sido suficientes para mantener la inflación controlada y que puede tener un efecto contraproducente.
“De junio a la fecha, las expectativas de inflación de corto plazo no han dejado de subir, por lo que el objetivo buscado con los aumentos de tasas no ha sido alcanzado”, dijo el subgobernador en la reunión de Política Monetaria del 11 de noviembre.
El medio Radio Francia Internacional (RFI), en una nota firmada por Agnieszka Kumor, coincide en que los cuellos de botella en la producción han provocado un alza en los precios.
“Se han formado cuellos de botella que provocan problemas de abastecimiento, y la oferta ya no sigue el ritmo”, señaló al medio Eric Delannoy, presidente de la consultora Tenzing. “Con el reinicio de las inversiones, las capacidades de producción tardan en ajustarse a una demanda que se ha vuelto muy fuerte. Lo mismo ocurre con los circuitos logísticos, que estuvieron paralizados durante un año y medio, lo que se refleja en la incapacidad de Renault, por ejemplo, de fabricar vehículos por falta de semiconductores. Tenemos que volver a poner en marcha los circuitos logísticos, los circuitos de globalización, para poder reponer las cadenas de suministro y luego vender. Eso podría llevar de seis meses a un año”.
Otro problema que impide que la oferta y la demanda se ajusten son los enormes paquetes de estímulos que los gobiernos han implementado para dar liquidez a los mercados, agregó RFI.
Por ejemplo, en Estados Unidos, donde el paquete de estímulo es enorme y se pusieron en marcha medidas fiscales muy costosas durante la pandemia para beneficiar a los hogares estadounidenses, las presiones inflacionistas podrían persistir, advirtió Radio Francia Internacional.
Las economías de países desarrollados, así como las de los emergentes, han reportado fuertes alzas en sus precios alcanzando niveles récord.
En México, la inflación repuntó a su mayor nivel en 20 años en la primera quincena de noviembre llegando a 7.05 por ciento, por arriba de la meta del Banxico que es de 3 +/-1 por ciento.
De acuerdo con el monitoreo de los precios del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en la primera quincena de noviembre los productos y servicios que más aumentaron de precio fueron el tomate verde, chiles, jitomate, pollo, carne de res y la electricidad, como se muestra en la siguiente gráfica.
El presidente Andrés Manuel López Obrador insistió este lunes en que la elevada inflación en el país no es un problema que ocurre sólo en México, sino que ocurre en todo el mundo como consecuencia de la pandemia por la Covid-19.