Ángel Fuentes
Tedro Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud, advirtió la posible llegada de un patógeno emergente y, en consecuencia, nuevas pandemias; por ello mismo, solicitó a la comunidad internacional estar alerta.
Del mismo modo, Adhanom dijo que: “cuando llegue la próxima pandemia, que lo hará, debemos estar preparados para responder de manera decisiva, colectiva y equitativa”. Es por lo anterior que la Organización destacó que las pandemias no serán la única amenaza para la humanidad, empero, nuevos patógenos llegarán; de ahí la importancia de que los líderes mundiales diseñen estrategias para enfrentar dichas cuestiones.
Con respecto a la reciente pandemia por Covid-19, el director general señaló que ésta tuvo significativos estragos en la salud mental de la sociedad: “Muchos de nuestros propios empleados, como muchos trabajadores de la salud en todo el mundo, han experimentado estrés y agotamiento severos; ya que la pandemia nos ha enfrentado a desafíos sin precedentes”.
Asimismo, Ghebreyesus enfatizó la alerta por una nueva variante de Covid-19, que posibilita nuevas oleadas de enfermos y su consecuente fallecimiento.
“La pandemia nos ha desviado del rumbo, pero nos ha demostrado porqué los Objetivos del Desarrollo Sostenible deben seguir siendo nuestra estrella polar y por qué debemos perseguirlos con la misma urgencia y determinación con la que contrarrestamos la pandemia”, concluyó Tedro Adhanom.
Variante XBB: nuevo peligro
La nueva variante Covid-19 Omicron XBB presenta mayor mortalidad y resulta complejo de detectarla; del mismo modo, personas infectadas por la variante no presentan fiebre o tos; y, sólo en algunos casos, padecen de dolor en las articulaciones, neumonía, pérdida del apetito, dolor de cabeza y molestias en la parte superior de la espalda.
Es por esta sintomatología que los pacientes, al realizarse las correspondientes radiografías, presentan neumonía torácica leve; del mismo modo, regularmente, las pruebas de hisopado nasal en personas infectadas da resultados falsamente negativos.
En consecuencia, la atmósfera resulta favorable para la propagación de esta variante y sus devastadoras consecuencias para la población: alta virulencia y mortalidad.
Es por lo anterior que se recomienda mantener una distancia de 1.5 metros (incluso en espacios abiertos), hacer uso de las mascarillas adecuadas y un lavado correcto y frecuente de manos.