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El CEO de Morgan Stanley, James Gorman prevé que una caída en la economía “no será profunda o prolongada”, y adelantó que confía en que la Fed controlará la inflación estadunidense, la más alta en 40 años
El Financiero / Infobae
El presidente ejecutivo de Morgan Stanley, James Gorman, dijo el lunes que cree que hay aproximadamente un 50% de posibilidades de que la economía estadounidense entre en una recesión, como parte de su discurso para una conferencia organizada por su empresa.
Gorman indicó que nadie “puede prever con precisión dónde estará la inflación dentro de un año”. Sin embargo, si Estados Unidos cayera en una recesión, dijo, es poco probable que la crisis sea “profunda o prolongada”.
El presidente ejecutivo de Morgan Stanley habló en un contexto en que los mercados están en caída libre, mientras se espera que los bancos centrales combatan agresivamente la alta inflación. El presente económico alarma a algunos expertos. No obstante, Gorman tiene confianza y cree en que la Fed eventualmente pueda reducir la inflación.
“No creo que estemos cayendo en un gran agujero en los próximos años, creo que eventualmente la Fed controlará la inflación”, dijo.
Gorman también fue crítico y señaló que la Fed esperó demasiado para subir las tasas, lo que les da menos margen de maniobra en caso de que comience una recesión. Además, contó que comenzó a discutir el riesgo de una recesión con sus comités internos en agosto o septiembre pasado, cuando quedó claro que la inflación sería más persistente de lo esperado.
“Estamos en una especie de ‘Brave New World’ (una referencia a “Un mundo feliz”, la novela de Aldous Huxley) en este momento, y no creo que haya nadie en esta sala que pueda predecir con precisión dónde estará la inflación dentro de un año”, dijo Gorman.
El pasado jueves, la secretaria del Departamento del Tesoro, Janet Yellen, aseguró que una recesión en Estados Unidos es poco probable pero el riesgo existe.
“Hay un riesgo de recesión”, dijo la jefa de finanzas y de economía de Joe Biden durante un evento organizado por el diario The New York Times, mientras los temores se multiplican debido a las medidas de política monetaria necesarias para frenar la inflación.
Pero ante la pregunta “¿Es probable?”, Yellen respondió: “No lo creo”.
Los temores aumentan al ver a la primera economía del mundo hundirse en la recesión, en momentos en que la Reserva Federal, banca central de Estados Unidos (Fed), aprieta las condiciones monetarias con fuerza con el fin de frenar la demanda y bajar la inflación.
Sin embargo, “ningún elemento indica que una recesión se avecine”, estimó Yellen, juzgando que es posible un “aterrizaje suave”, es decir hacer que la inflación desacelere sin hacer caer la economía en la recesión ni que pese demasiado en el empleo.
Por otra parte, después del fuerte derrumbe que sufrieron durante el último fin de semana, el Bitcoin y las principales criptomonedas continúan cotizando a la baja siguiendo una tendencia negativa que comenzó hace ya algún tiempo y afectando también a las llamadas DeFi, o finanzas descentralizadas.
El director ejecutivo de Morgan Stanley, dijo que “era inevitable que esta inflación no fuera transitoria, era inevitable que la Fed tuviera que actuar más rápido de lo que estaba proyectando”, dijo.
“Había un riesgo legítimo de recesión. Solía pensar que era de alrededor del 30 por ciento. Probablemente sea más cercano al 50 por ciento ahora, no es el 100% por ciento. Conviene ser un poco cauteloso”.
Morgan Stanley tiene una liquidez y un capital sólidos, y un perfil crediticio fuerte, dijo Gorman, y agregó que su atención se centra más en los riesgos no financieros, como la estabilidad de datos, el riesgo cibernético y de operaciones “dado el lugar en el que nos encontramos en todo el mundo y parte de la incertidumbre geopolítica asociada con eso”.
Las consecuencias podrían perjudicar a algunas instituciones con algunos “daños potencialmente fatales”, aunque los bancos estadounidenses están en muy buena forma, dijo el director ejecutivo.
Bolsas europeas se hunden ante el temor a una recesión
Nuevo lunes negro en las Bolsas europeas que pierden entre dos y cuatro puntos. El temor a una recesión tumba las bolsas, la deuda y las criptomonedas en un mercado lleno de incertidumbre ante la inflación. El CAC-40, la bolsa de Franckfurt y el Ibex cayeron más del 2% (París -2.67 %, Frankfurt -2.43% y Madrid -2.47%).
Y no solo se hunden las bolsas; las primas de riesgo se disparan ante la inminente alza de tipos de la Reserva Federal estadounidense.
El pasado viernes, Estados Unidos publicó los datos de inflación del mes de mayo, que alcanzan un insoportable 8.6%, el peor dato en 40 años. Y este lunes, Wall Street abrió con una caída del 2.58%.
La perspectiva de subidas agresivas de los tipos de interés para enfriar la economía es un mal presagio. Con los tipos más altos, aumentan las posibilidades de un frenazo brusco de la economía o una recesión.
El Banco Central Europeo también subirá el precio del dinero en julio y septiembre en al menos 25 puntos básicos. Serán las dos primeras subidas en 11 años, y seguro que no serán las únicas.
Los últimos indicadores principales compuestos (CLI, por sus siglas en inglés) de la OCDE muestran disminuciones en la mayoría de los países miembros, con excepciones como Japón y Estados Unidos entre las economías avanzadas, y México entre las emergentes.
Ese índice del organismo, que está relacionado con el crecimiento económico, muestra que la desaceleración puede ocurrir entre los próximos seis a nueve meses.
“Empujados a la baja por la alta inflación y la muy baja confianza de los consumidores, los indicadores apuntan a una pérdida de impulso de crecimiento en la zona del euro en su conjunto, incluidos Alemania, Francia e Italia, y también en el Reino Unido y Canadá. En contraste, continúan apuntando a un crecimiento estable en Estados Unidos y Japón”.
Los índices tienen como objetivo anticipar las fluctuaciones cíclicas de la actividad económica durante los próximos seis a nueve meses en función de una variedad de indicadores prospectivos, como libros de pedidos; indicadores de confianza; permisos de construcción; tasas de interés a largo plazo, registros de automóviles nuevos y muchos más.