AMLO dio el banderazo de inicio de la construcción del tramo 2 del Tren Maya que va de Escárcega-Calkiní, adjudicada a Grupo Carso, y costarán 18 mil 553 millones de pesos Foto: Presidencia de la República
Proceso
El presidente Andrés Manuel López Obrador dio el banderazo de inicio de la construcción del tramo 2 del Tren Maya que va de Escárcega-Calkiní, trabajos adjudicados al Grupo Carso, del magnate Carlos Slim, y costarán 18 mil 553 millones de pesos.
En el evento, que tuvo como locación la Impregnadora de Durmientes, en la cabecera municipal, el mandatario reconoció la necesidad de “persuadir a los habitantes de Escárcega para que, mediante el consenso, el convencimiento se logren acuerdos” respecto a ese polémico proyecto insignia de su sexenio.
Y recalcó: “nadie va a salir perjudicado; al contrario, esta obra es para beneficiar al pueblo, no para perjudicar al pueblo”.
Para convencer a los opositores, López Obrador pidió el apoyo del gobernador de Campeche, Carlos Miguel Aysa González, y el alcalde, Rodolfo Bautista.
El tramo 2 del proyecto del Tren Maya abarca 235 kilómetros, de Escárcega a Calkiní. Tendrá una estación en la ciudad de Campeche y paraderos en Tenabo, Hecelchakán y Calkiní. En Escárcega se instalarán los talleres de mantenimiento y reparación de los trenes.
La obra será ejecutada por Operadora Cicsa S.A. de C.V., que es filial de Carso, en convenio con FCC Construcción S.A de C.V.
En su tercer día de actividades por los estados del sureste, que no se suspendieron ni por la tormenta tropical “Cristóbal” que ya ha causado estragos en las carreteras de la entidad, recordó su interés en venir a dar los banderazos de arranque de las obras del tren, para comenzar a reactivar la economía, que se paralizó a causa de la pandemia de covid-19.
“Tenemos que abrirnos paso; a pesar de los pesares tenemos que ir hacia la nueva normalidad, y nueva normalidad significa reabrir las actividades económicas, sociales, culturales, iniciar la industria, reiniciar los trabajos de la industria de la construcción; con cuidado, con los protocolos que nos están recomendando las autoridades sanitarias, pero ya empezar a trabajar porque no podemos quedarnos todo el tiempo en la inmovilidad, tenemos, con cuidado, con responsabilidad, ir hacia adelante poco a poco”, dijo.
Añadió que además de la derrama económica y los empleos que generarán estas obras, están los programas integrales como los de Bienestar y los del campo con los que se está apoyando a las familias y grupos más vulnerables con los apoyos de Bienestar y del campo, con los que a la vez se busca restaurar el medioambiente.
“Este es un programa integral respetuoso del medioambiente, que no destruye; al contrario, es un programa para mejorar el medioambiente, es un programa bajo el concepto de desarrollo sustentables. Nosotros no haríamos nada que significara destruir nuestro territorio, que afectara el medioambiente”, reiteró.
Este municipio, donde yace sepultado uno de los abuelos de López Obrador, colinda con el de Calakmul, donde se encuentran las zonas núcleo de la reserva de la biosfera del mismo nombre y donde mayor resistencia ha encontrado el proyecto lopezobradorista.
De hecho, una región de Escárcega forma parte de esa reserva de la biosfera, que abarca porciones de cuatro municipios.
En su discurso, el presidente reiteró varias veces la “importancia y trascendencia” del proyecto del Tren Maya, y aseguró que en las licitaciones para la construcción de los cuatro tramos de la vía ganaron las empresas “mejor calificadas, no sólo por presentar la mejor oferta económica, sino también por la calidad que se busca tenga esta obra”.
“Se procuró que las empresas demostraran capacidad técnica y algo que es muy importante: solvencia moral; que se tratara de empresas responsables, porque desgraciadamente hay antecedentes de obras que se inician, no se concluyen, quedan las obras en proceso”, afirmó.
Y recordó que recibió la administración con muchas obras inconclusas por la irresponsabilidad de las constructoras encargadas de los proyectos.
Mencionó que “hace poco una empresa famosa de Brasil llevó a presidentes de Latinoamérica a la cárcel y a altos funcionarios por actos de corrupción, de soborno, por esa relación de complicidad entre funcionarios de gobierno y empresas” y dijo que no quiere que eso se repita aquí.
“Nosotros queremos que todo eso termine; inaugurar una etapa nueva confiando en la responsabilidad de las empresas”, señaló.
Reiteró que cuando se firmaron los contratos con las empresas que ganaron las licitaciones “se llegó al acuerdo de palabra -eso vale mucho, la palabra- de que se iban a respetar los costos estimados, lo que originalmente se pactó, de modo que este tramo tiene que costar 28 mil millones de pesos, no más; si se puede menos, eso sí, pero no más de 28 mil millones de pesos”.
Pero inmediatamente corrigió la cifra:
“Me aclaran, 18 mil millones, ya lo estamos bajando, 18 mil millones y son 236 kilómetros. De Escárcega a Calkiní es el tramo, 236 kilómetros y 18 mil millones de pesos y, si no me equivoco, el tiempo, 28 meses, así está pactado la obra para que podamos cumplir”.
Expuso que en el concurso se decidió adjudicar la obra a Grupo Carso, “que es una empresa responsable y que va a cumplir de acuerdo a lo pactado”.
Y vengo diciendo en cada tramo que, para inaugurar esta nueva etapa de seriedad, responsabilidad, profesionalismo, honestidad de las empresas y del gobierno, cuando nos toque inaugurar este tramo en la placa se va a establecer:
‘Es una obra que se realiza el gobierno con el dinero del presupuesto, que es dinero del pueblo, que la lleva a cabo el gobierno de la república y que fue construida por Grupo Carso’. Eso va a quedar en la placa como un reconocimiento a las empresas.