Díaz López, maestra en bioética, mencionó que la mayor incidencia de contagio del VPH tiene lugar dentro de la etapa reproductiva de la mujer; principalmente, entre los 19 y 23 años.
Ángel Fuentes
A decir de Elsa Díaz López, ginecóloga del Centro Médico GESFEM, cada dos horas muere, en nuestro país, una mujer a causa del cáncer cervicouterino; enfermedad que es más que prevenible.
Del mismo modo, causa alarma que México figure como el último país de América Latina en la lista de aplicación de esquemas completos de vacunación contra el Virus del Papiloma Humano (VPH); mismo que desencadena más del 95 por ciento de los casos de cáncer cervicouterino.
“El Gobierno Federal está reportando que se tiene una cobertura de hasta el 90 por ciento; pero, en realidad, cuando estamos ‘rankeados’ con las dosis, aparecemos como el último país con esquemas de vacunación completa, lo que significa que requerimos un trabajo más consistente”, señaló la ginecóloga.
De igual manera, Díaz López, quien también es maestra en bioética, mencionó que la mayor incidencia de contagio del VPH tiene lugar dentro de la etapa reproductiva de la mujer; principalmente, entre los 19 y 23 años.
Es por lo anterior que enfatizó que la vacunación, posible desde los 10 años, previene hasta el 70 por ciento de los casos de este tipo de cáncer; además, un diagnóstico temprano, acompañado por frecuentes consultas ginecológicas, son factores favorables tanto de prevención como de tratamiento.
“Lo que se ha visto es que a los tres o cuatro años de haber iniciado nuestra vida sexual, aproximadamente el 50 por ciento vamos a adquirir la infección por VPH”, dijo Díaz López y añadió:
“La incidencia que estamos encontrando es que el 80 por ciento de las mujeres con una sola pareja sexual va a adquirir la infección por virus de papiloma humano en algún momento de nuestra vida”.
La especialista mencionó que el VPH también merma a los hombres y, en el caso de estos, están expuestos al virus durante toda su vida:
“El 91 por ciento de los varones van a adquirir la infección por virus del papiloma humano, aunque hayan tenido una sola pareja. Aquí tenemos que ver que cuando las mujeres estamos en etapa reproductiva vamos a tener una incidencia mayor de adquisición; mientras que los hombres no tienen un pico, ellos, durante toda su vida, están adquiriendo la infección por virus del papiloma humano”.
¿QUÉ ES?
El cáncer cervicouterino es el cambio a nivel morfológico y de funcionamiento de las células en el cuello del útero, como lo explica Patricia Alanis López, académica de la Facultad de Medicina (FM): “Estas transformaciones van a ser una acumulación de mutaciones que previamente se dieron en la información genética de una célula, en el ADN. Es una enfermedad de transmisión sexual y su principal agente causal es el virus del papiloma humano (VPH)”.
El VPH tiene genotipos de bajo y de alto riesgos oncogénicos. Los que más mutaciones generan en el ADN de las células son el 16, 18, 31, 33, 45, 52, entre otros. Mientras que los que tienen bajo riesgo oncogénico son el 6 y el 11.
PREVENCIÓN
Es importante poner en práctica la prevención para no llegar a un cuadro clínico complicado. Por ello, la Organización Mundial de la Salud recomienda que se realicen intervenciones a lo largo de la vida. Esto implica, en primera instancia, la vacunación, en México se puede acceder a dos tipos de esta inmunización: la bivalente y la tetravalente.
EDAD DE MAYOR RIESGO
En el momento que las mujeres comienzan su vida sexual activa es cuando hay más riesgo de contraer el virus del papiloma humano y desarrollar cáncer, destaca Alanis López: “Su mayor incidencia será antes de los 35 años. Sus principales síntomas son sangrado entre las menstruaciones y al tener relaciones sexuales, dolor pélvico, mal olor causado por la necrosis del tumor, claudicación, edema de extremidades inferiores y síntomas relacionados a metástasis a distancia”.
En cuanto a las defunciones, los datos que el Inegi recopiló por este cáncer en 2022 son de 0.10 por cada 10,000 habitantes de 20 a 29 años, mientras que la cantidad se dispara en las mujeres de 30 a 59 años con 0.88.
¿POR QUÉ NO ASISTEN A REVISIONES GINECOLÓGICAS?
Una de las razones por las que hay casos en los que las mujeres llegan a atención médica con un nivel avanzado de la enfermedad se debe a que no asisten a consultas ginecológicas, además de la falta de recursos para el acceso a este servicio. “Las mujeres acudimos a los servicios de salud en función de la cercanía y la accesibilidad. Las dificultades para ciertos sectores de la población, es que no cuentan con recursos para trasladarse e ir a los servicios de salud”, aclaró Yuriria Alejandra Rodríguez Martínez, responsable del Programa de Estudios de Género en Salud del Departamento de Salud Pública de la FM.
Otra razón es por cuestiones del deber ser de una mujer. “Estar dedicadas al cuidado de otras personas, al trabajo doméstico y al remunerado les dificulta destinar tiempo para ir al médico”, precisó. La experta compartió un ejemplo: si una mujer tiene los síntomas del cáncer cervicouterino avanzado, como sangrado fuera de su periodo menstrual, puede ignorarlo para seguir realizando sus labores de cuidados.
“La vergüenza de algunas mujeres por ideas tradicionales de que el cuerpo de ellas y sus genitales son algo que se debe esconder, que nadie debe ver, sumada a las ideas machistas de muchos hombres sobre sus parejas, en relación con que nadie las puede ver si no son mujeres médicas”, agregó.
Los aspectos principales para prevenir la enfermedad son la vacunación, detección oportuna de cáncer, especialmente mediante la prueba de Papanicolau, así como la difusión de información, tan necesaria para la población en general.