Eduardo Sánchez
Alejandro Armenta Mier, candidato al Senado por Morena, fracasó en uno de los grandes proyectos que impulsó el presidente Enrique Peña Nieto: la Cédula de Identidad Ciudadana, misma que fue propuesta, originalmente, por el ex presidente Felipe Calderón Hinojosa, y retomada por el presidente priista a raíz de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa. El objetivo era registrar a todos los menores de edad del país y entregarles una cédula con información personal, misma que permitiría identificar a cualquier menor en caso de desaparición. Existe, incluso, el Libro Blanco que dejó la administración calderonista con el proyecto. http://www.gobernacion.gob.mx/work/models/SEGOB/Resource/1325/1/images/Cedula_de_Identidad_Ciudadana.pdf
La institución encargada de llevarlo a cabo, fue el Registro Nacional de Población (Renapo), que, a lo largo de los últimos años, ha sido señalado en múltiples ocasiones por irregularidades y el otorgamiento ilegal de contratos millonarios. El actor fundamental para el desastre del Renapo en este sexenio fue Alejandro Armenta, titular de la institución de enero de 2013 a enero de 2015, y quien llegara al cargo por la influencia de su entonces madrina política, la ex subsecretaria de Población, Migración y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación, Paloma Guillén Vicente.
El marinista, ex priista y, hoy, candidato de Morena, tiene mucho que explicar sobre sus omisiones y arbitrariedades al frente del organismo. Alejandro Armenta fue incapaz de presentar un proyecto serio para responder y ajustar el excedente de 60 millones de registros en la CURP. En su lugar, prefirió pagar 135 millones de pesos a Sixsigma Networks México, una empresa que ha contribuido para que el Renapo sea señalado en diversas ocasiones por su ineficiencia y opacidad. Tan sólo en el sexenio de Enrique Peña Nieto, se han gastado 300 millones de pesos en contratos con esta empresa que ha dado pobres resultados, mismos que han sido avalados por Armenta.
El primer contrato fue otorgado el 6 de enero de 2014, mientras que el segundo, el 5 de enero de 2015, fecha en la que, “casualmente” o por sospechosa coincidencia, el ahora candidato de Morena abandonó el cargo. En la última década, el gobierno federal ha gastado 5 mil millones en el mantenimiento de la base de datos de la CURP. Además, Armenta tendría que explicar por qué su gestión derivó en uno de los dictámenes más severos que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) ha emitido, que señala que el Renapo no opera en su totalidad y contiene registros irregulares que no permiten garantizar el derecho a la identidad de todos los mexicanos. En esa ocasión, Alejandro Armenta renunció su cargo para buscar una diputación federal por el PRI y así evitar ser sancionado por el opaco y arbitrario manejo del Renapo. El actual candidato “chapulín” tuvo conocimiento de la Cuenta Pública 2015, en la que se evidenció este desastre, pero ya como diputado federal con fuero y, todavía, bajo el cobijo de quien fuera su protector, Miguel Ángel Osorio Chong. Finalmente, Armenta ha sido omiso en contribuir a la transparencia y la rendición de cuentas. Medios como Sin Embargo y Crónica solicitaron información sobre las anomalías al interior del Renapo; solicitudes que fueron ignoradas, argumentando que la salida de Armenta imposibilitaba a la institución dar explicaciones. Este asunto no ha concluido y, aunque, hoy, el ex priista, busque el Senado para mantener el fuero, las investigaciones pronto darán resultados sobre el uso arbitrario del poder y la asignación irregular de cantidades millonarias de dinero.
¿Botín político o gasto mal utilizado?
SALIDA DE LA RENAPO
A su salida de la Renapo, Armenta optó por dejar a uno de los suyos para que cubriera el chiquero que dejó en las arcas de esa dependencia federal. Se trató de Antonio Rueda Cuautla, personaje de toda su confianza y hábil para hacer trucuñuelas con las finanzas de los distintos espacios que ha ocupado su jefe, Alejandro Armenta. Desde su paso por el DIF, por la Sedeso y en el Comité Estatal del PRI en Puebla, este personaje ocupó cargos relacionados con el dinero. Unos dicen que es la caja chica y quien hace los tratos bajo la mesa que tienen, de por medio, sumas cuantiosas de dinero. Es una suerte de Pepe Grillo para Armenta, quien se conduce como un personaje austero, pero, en la realidad, es un prominente político que ha sido y es beneficiado de las bondades de ser ahijado del gober precioso. En una siguiente emisión le hablaremos de Joaquín Espidio Camarillo, José Luis García Parra, Claudia Hernández Medina, entre otros personajes del círculo cercano de Armenta, todos, con el sello de la casa: la corrupción y la doble moral.