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Este lunes aparecieron grafitis antisemitas en una antigua sinagoga del este de Francia, lo que representa el incidente más reciente de una serie que ha ocasionado preocupación a nivel nacional. Las esvásticas fueron encontradas sobre la puerta y la fachada de un edificio en la localidad de Mommenheim, que anteriormente sirvió como una sinagoga y tiene unas letras en hebreo grabadas sobre la entrada. Actualmente, el inmueble alberga una instalación deportiva. En otro incidente, un monumento a una sinagoga demolida por los nazis fue derribado en la ciudad vecina de Estrasburgo.
La enorme piedra conmemorativa fue encontrada el sábado fuera de su base, en lo que el alcalde Roland Ries tachó como un “nuevo acto antisemita”. En la misma región de Alsacia, cerca de 80 lápidas de un cementerio judío en la localidad de Quatzenheim fueron objeto de vandalismo. El mes pasado, decenas de miles de personas protestaron en distintas partes de Francia contra el antisemitismo. El país “parece enfrentar un resurgimiento del antisemitismo, inédito desde la Segunda Guerra Mundial”, señaló días atrás el presidente Emmanuel Macron. Los actos antisemitas subieron un 74% en Francia en 2018, y la tendencia ha continuado en 2019, con la profanación de un cementerio judío en el noreste del país, esvásticas pintadas en varios puntos de la capital y los insultos con qué fue abucheado el académico judío Alain Finkielkraut en la calle por manifestantes del movimiento de los “chalecos amarillos”.