De acuerdo con datos de la Ibero Puebla, en el lapso de 2017 a 2022, se registraron 16 crímenes de odio; de los cuales siete se suscitaron en 2021, cinco en 2018 y cuatro en 2020
Airy Rojas
Al casi finalizar el año, en Puebla se han suscitado tres crímenes de odio contra la comunidad LGBTTTIQ+: la primera se efectuó en mayo, que contó como víctima a Óscar de 25 años, quien obtuvo varias lesiones en su cuerpo, especialmente en su cabeza; en agosto, a Fernando, quien falleció apuñalado; y en noviembre, a Melani, a la que se encontró su cuerpo en una vecindad del Centro Histórico.
Cabe añadir que un crimen de odio se refiere a aquel motivado por la intolerancia o prejuicio; es decir, es cualquier tipo de expresión de odio racial, sexual, nacional, étnico, religioso u alguna otra forma de comportamiento que discrimine a ciertas personas, especialmente cuando los homicidios y asesinatos están involucrados.
En la entidad poblana, de 2017 a 2022, se registraron 16 crímenes de odio, de los cuales siete se suscitaron en 2021, cinco en 2018 y cuatro en 2020; de acuerdo con datos de la Universidad Iberoamericana (Ibero Puebla).
Con respecto a la comunidad: Lesbianas, Gays, Bisexuales, Travestis, Transgéneros, Transexuales, Intersexuales y Queer (LGBTTTIQ+), sus integrantes lamentaron ser objeto de agresiones físicas y verbales; las cuales, muchas de ellas no son denunciadas por la burocracia ejercida por las autoridades.
Por ende, María José Flores Serrano, joven que pertenece a la comunidad trans, indicó que el colectivo que representa recibe hasta tres denuncias mensuales, las cuales van desde despidos injustificados hasta amenazas de muerte o ataques físicos y verbales; todas ellas no han recibido atención de parte de la Fiscalía General del Estado (FGE).
Por lo pronto, la Comisión de Derechos Humanos (CDH) de Puebla declaró que ha iniciado una investigación respecto al fallecimiento de Melani, caso que demuestra una clara violación a los derechos humanos de la víctima y demás integrantes de la comunidad.