El sepelio de Khalid Mustafa, de 44 años, y Hamza Mustafa, de 15, se celebró cinco días después de que un supremacista blanco asesinó a 50 fieles en dos mezquitas
Infobae Un padre y un hijo que huyeron de la guerra civil en Siria al “país más seguro del mundo” fueron enterrados el miércoles ante cientos de personas, en los primeros funerales por las víctimas de las balaceras en dos mezquitas de Nueva Zelanda que horrorizaron a una nación conocida por ser acogedora y diversa. El sepelio de Khalid Mustafa, de 44 años, y Hamza Mustafa, de 15, se celebró cinco días después de que un supremacista blanco asesinó de forma metódica a 50 fieles en dos mezquitas de Christchurch en una masacre que transmitió en vivo por Facebook. El director de la escuela de secundaria donde estudiaba Hamza describió al menor como compasivo, trabajador y un excelente jinete que quería ser veterinario. Entre los presentes en el funeral estaba el hermano pequeño de Hamza, Zaed, de 13 años, que sufrió heridas en una pierna y un brazo durante el ataque.