La Auditoría Superior de la Federación reportó recursos no reintegrados ni entregados, faltantes en cuentas y pagos a personas que no estaban registradas, entre otras irregularidades del programa
Expansión Política
El programa Sembrando Vida tiene 1,832 millones 710,896 pesos sin aclarar y carencias en su diseño, indica la revisión a la Cuenta Pública 2019, realizada por la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
Este es uno de los programas insignia del presidente Andrés Manuel López Obrador, a cargo de la Secretaría de Bienestar, “creado para atender la pobreza rural y la degradación ambiental”, de acuerdo con el propio Gobierno federal que lo ha presentado como una iniciativa que, junto a Jóvenes Construyendo el Futuro, ayudará también a enfrentar la migración en Centroamérica –Honduras, Guatemala y El Salvador–.
Pese a la campaña del gobierno para presentarlo como un programa modelo, la Auditoría Superior de la Federación encontró que la Secretaría del Bienestar no acreditó con estados de cuenta bancarios la entrega de recursos a 61,602 beneficiarios por el equivalente a 338 millones 362,700 pesos entregados en efectivo.
La dependencia entonces a cargo de María Luisa Albores, hoy titular de Medio Ambiente, tampoco entregó 66 millones 631,600 pesos por 1,407 apoyos a 6,373 beneficiarios sin justificar la razón, los recursos fueron reportados como reintegrados sin que se “acreditara que se encuentran depositados en dichas cuentas, o bien, que se hayan reintegrado a la Tesorería de la Federación”, expone la auditoria de cumplimiento de la ASF.
La revisión a la cuenta del primer año completo de la administración federal indica que no se pudieron comprobar 1,154 millones 511,000 pesos que deberían estar depositados en Bansefi, que correspondían a los recursos de 304,815 beneficiarios que reciben el apoyo a través de depósito de abono a cuenta y en efectivo.
También están bajo la mira 224 millones 386,500 pesos en retiros de una cuenta debido a que no existe la documentación que acredite que fueron instruidos por la Subsecretaría de Planeación, Evaluación y Desarrollo Regional, como unidad administrativa responsable de la operación y ejecución de los recursos, de los que se presume también un probable daño o perjuicio.
La Secretaría del Bienestar además entregó apoyos a 196,651 personas sin contar con un plan de trabajo ni acreditar el cumplimiento de las actividades en los primeros meses en que supuestamente las ejercieron.
Mientras que 896 personas que no estaban registrados como beneficiarios recibieron apoyos por un total de 9 millones 891,000 pesos, por lo que también se presume un probable daño o perjuicio, o ambos, a la Hacienda Pública Federal.
En su primer año de operación, el programa Sembrando Vida entregó apoyos por 4,500 pesos mensuales a 244,657 beneficiarios, lo que los colocó por encima de la línea de bienestar rural, reconoce el órgano fiscalizador a cargo de David Colmenares.
“No obstante, el programa presentó deficiencias en su diseño e implementación que implicaron el riesgo de que no logre cumplir, en el mediano plazo, el objetivo de lograr que los sujetos agrarios en localidades rurales con ingresos inferiores a la línea de bienestar rural cuenten con ingresos suficientes para hacer productiva la tierra”, indica el Informe Individual del Resultado de la Fiscalización Superior de la Cuenta Pública 2019.
Entre las deficiencias destaca que no se acreditó el número de beneficiarios ni el tipo, cantidad, fechas y lugares de la entrega de las plantas, insumos y herramientas que les fueron entregadas. Además de que no se comprobó el acompañamiento técnico otorgado para la mejora de los conocimientos y habilidades de los beneficiados.
La Secretaría del Bienestar, hoy a cargo de Javier May, debe responder a los señalamientos de la ASF, por lo que aún no pueden considerarse desvíos.