Martín Gutiérrez/@martinreportero
Para los feligreses de Puebla es un orgullo que el arzobispo, Víctor Sánchez Espinosa, de la Arquidiócesis poblana haya presidido la solemne eucaristía en la Basílica de San Juan de Letrán, considerada la madre de todas las iglesias en Roma y donde oficia el papa Francisco cuando funge como obispo de Roma, Italia.
Todo ello en el marco de la Visita Ad Limina que significa, técnicamente, la obligación impuesta a ciertos miembros de la jerarquía de visitar, en tiempos determinados, “los umbrales de los apóstoles”, santos Pedro y Pablo, y de su presentación en persona ante el Papa para dar cuenta del estado en que se encuentran sus diócesis.
El propósito de la visita no es simplemente la peregrinación hacia las tumbas de los apóstoles, sino, sobre todo, mostrar una adecuada reverencia hacia el sucesor de San Pedro, para prácticamente reconocer su jurisdicción universal, dando cuenta de la condición de iglesias particulares, recibir exhortaciones y consejos y así unir más estrechamente los miembros de la Iglesia a su Jefe divinamente designado.
La Visita Ad Limina dio inicio el pasado lunes para el Grupo 2 de Obispos de las Diócesis del centro del país, con la celebración eucarística que fue presidida en la Basílica de San Pedro, por el cardenal de la Arquidiócesis de México el Emmo. Sr. Carlos Aguiar Retes.
Luego de la celebración eucarística, los obispos de México se dieron cita en el Dicasterio para el Clero y correspondió a Mons. Gonzalo Alonso Calzada Guerrero, obispo de la Diócesis de Tehuacán ser el relator ante el Dicasterio.
Los obispos de México también estuvieron en la Secretaría General del Sínodo de los Obispos, y el relator fue Mons. Miguel Ángel Castro Muñoz, de la Diócesis de Huajuapan de León, Oaxaca.