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Eduardo Sánchez
El año apenas comienza y los vendedores ambulantes ya han dado su primer golpe al comercio formal poblano, tras invadir calles del Centro Histórico de nuestra ciudad; su permanencia podría causar el cierre de casi 800 negocios establecidos allí. La invasión de los espacios públicos por parte de vendedores ambulantes ha sido un problema legado de pasadas administraciones; incluso, en la anterior, encabezada por Luis Banck Serrato, los funcionarios de la Secretaría de Gobernación aceptaron su fracaso en su intento por resolver este problema. El número de vendedores informales ha ido en aumento durante los últimos años: en 2014 se registraban mil 300, para 2015 hubo un incremento de 400 más; en 2016 la cifra ascendió a mil 900 y aunque en 2017 la cifra pasó a mil 150 sigue siendo un gran número.
Estas cifras no son del todo exactas, por ejemplo: Rafael Pérez Herrerías, jefe del departamento de Vía Pública Municipal de la pasada administración, reveló al final de su encargo que existen mil 23 ambulantes en el Centro Histórico, que corresponde a 10 organizaciones: Antorcha Campesina, Fuerza 2000, “Lola”, 11 de Marzo, Irene Tejeda, “El Mexicano”, “Federicos”, 23 de Diciembre, “El Temo” y Marcelino. Para este comienzo de año, la administración de Claudia Rivera Vivanco estimó que son alrededor de mil 500 comerciantes los que permanecieron en el CH por el 6 de enero, debido a que tenían el permiso de la pasada Comuna. Ante este escenario, el presidente del Consejo de Comerciantes del Centro Histórico, José Juan Ayala, reveló que la competencia desleal es un duro golpe para los vendedores establecidos, quienes han reportado una disminución de sus ventas de al menos 20 por ciento. Vivanco ha declarado que buscará desalojar las calles, pasando el Día de Reyes, aunque esto puede estar en duda ya que el recuento histórico demuestra que contra este problema latente no hay mucho qué hacer.
En 2017, durante la primera semana del año, decenas de vendedores ambulantes secuestraron el cuadrante del Centro Histórico que el Ayuntamiento de Puebla les rescató, tras un operativo un par de meses atrás con el pretexto de las ventas por festividades de fin y principio de año, como Navidad y Reyes Magos. En este último, se desalojó a múltiples vendedores informales que se habían establecido desde la calle 6 Oriente hasta la 14 Poniente, sobre la 5 de Mayo y a partir de la 8 hasta la 16 Poniente, sobre las calles 3 y 5 Norte. Ahora, los comerciantes ambulantes, principalmente de Antorcha Campesina y 18 de Noviembre, se colocaron sobre el andador 5 de Mayo, desde la 2 hasta la 14 Poniente, para vender juguetes de mediana y baja calidad, mismos que rondaban los 100 pesos. Esto trajo quejas de comerciantes legalmente establecidos y también los ciudadanos mostraron su molestia a través de redes sociales debido a que el tránsito por dicha calle era muy difícil, además de que después de un buen día de ventas, las calles quedaban llenas de basura. José Juan Ayala recordó que, si este escenario continúa, entre 600 y 800 negocios formales tendrán que cerrar por las bajas ventas, que se convierten en una pendiente resbaladiza al despedir personal y generar desempleo en la ciudad.
Cabe mencionar que Rafael Herrera Vélez, presidente de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco), reveló que la cifra de ambulantes ya rebasó los 2 mil puestos informales, razón por la cual ha pedido su desalojo del primer cuadro de la ciudad. Agregó que, tras el tema del comercio informal existe la corrupción y frena el desarrollo de la entidad, pues apenas aporta hasta el 12 por ciento al Producto Interno Bruto (PIB) del país, mientras el comercio establecido aporta el 51 por ciento. Será a lo largo de esta semana cuando se puedan observar los resultados de la actual administración y saber cuál será el escenario para los comerciantes establecidos y los poblanos que han perdido el libre tránsito en las calles del Centro Histórico.