La Razón
Luego de que el tenor Plácido Domingo fue acusado por nueve mujeres de acoso sexual, este jueves, 11 más revelaron un supuesto comportamiento abusivo por parte del tenor español, dio a conocer la agencia AP. Una de ellas es Angela Turner Wilson, quien aseguró que el cantante le tocó los senos sin su consentimiento. El hecho ocurrió en los camerinos, un día antes de la presentación de la obra ‘El Cid‘, en la temporada 1999-2000 de la Ópera de Washington, Plácido en ese entonces era director de la compañía. Ambos estaban uno al lado del otro colocándose el maquillaje, él se levantó de la silla, se paró detrás de ella y colocó las manos sobre sus hombros. Ella lo miraba en el espejo cuando, de pronto, le deslizó las manos debajo del sostén, dentro de su bata y le tocó los senos, recordó la intérprete. Me dolió”, dijo la cantante a The Associated Press.
“No fue suave, me apretó duro”. Añadió que después Domingo se dio media vuelta y se fue, dejándola atónita y humillada. Turner es la segunda mujer que revela su nombre, ya que el resto permanece en el anonimato debido a que siguen trabajando en el mundo de la música clásica y temen represalias. La cantante tenía 28 años cuando ocurrió este hecho, hoy tiene 48 años y es profesora de canto en Dallas. En las semanas posteriores a la publicación de la historia, las mujeres han dado a conocer más historias sobre encuentros con Domingo, quien es actualmente director general de la Ópera de Los Ángeles. Según ellas, hubo manoseos no deseados, persistentes pedidos de reuniones privadas, llamadas telefónicas nocturnas y súbitos besos en los labios. Varios empleados de las salas de teatro narraron a la AP cómo protegían a las jóvenes del cantante mientras la gerencia no tomaba cartas en el asunto. Wilson dijo que se animó a hablar tras enterarse de la reacción de Domingo al reportaje de AP, en el cual aseguró que a su parecer su conducta “siempre fue bienvenida y consensual” y que “las normas y los estándares por las que, justificadamente, se nos mide hoy en día son muy distintos a los del pasado”.
Wilson rechazó la idea de que ese tipo de conducta fuera alguna vez aceptable. “¿Qué mujer va a querer que él le toque los senos? Y dolió”, dijo la cantante. “Y después de eso yo tenía que subir al escenario y actuar como si estuviera enamorada de él”. Melinda McLain, quien era coordinadora de producción de la Ópera de Los Ángeles en la temporada inaugural 1986- 87 y trabajó también en la Ópera de Houston con Domingo, declaró que se esforzaba por evitar que el cantante quedara en las salas de ensayo a solas con mujeres jóvenes, aun cuando él lo haya pedido, y trataba de contratarle asistentes hombres. “Creábamos todo tipo de artimañas para mantenerlo alejado de ciertas cantantes”, recordó McLain. “Jamás hubiera yo enviado a una mujer a acompañarlo en su camerino”. McLain aseguró que otra estrategia era invitar a la esposa de Domingo, Marta, a las fiestas del elenco “porque si Marta estaba ahí, él se comportaba”.