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Policías locales, alemanes y británicos rastrean un embalse en Portugal
Madeleine tenía tres años cuando desapareció -el 3 de mayo de 2007- de la habitación donde dormía con sus hermanos pequeños en un complejo turístico de Praia da Luz.
TRAS AÑOS de investigación, el caso dio un giro en 2020 y el alemán Christian Brueckner, preso en su país por otros delitos, se convirtió en el principal sospechoso.
BBC/La Nación
El principal sospechoso del caso, el alemán Christian Brueckner, tenía imágenes del sitio en su ordenador personal. Policías locales, alemanes y británicos, dotados con equipos de alta tecnología participan de la pesquisa
Agentes de la policía portuguesa, acompañados de efectivos alemanes y británicos y dotados con equipos de alta tecnología, retomaron hoy las tareas de búsqueda de evidencias sobre la desaparición de Madeleine McCann en un embalse del Algarve, en el sur de Portugal.
La búsqueda se centra en un área del embalse de Arade, en Silves, a unos 50 kilómetros de Praia da Luz, donde fue secuestrada la niña hace 16 años, y un lugar frecuentado por el principal sospechoso del caso, el alemán Christian Brueckner, quien, según medios locales, tenía imágenes del embalse en su ordenador personal.
El operativo, el mayor realizado en los últimos años sobre la desaparición de Madeleine McCann, comenzó el martes y, hasta el momento, no ha trascendido información sobre posibles avances en la investigación.
Los agentes, según medios locales, han reunido material recogido en bolsas para su análisis tras peinar la zona con perros, georradares y drones.
Fuentes de la Policía Judicial portuguesa indicaron a la agencia de noticias EFE que no divulgarán información sobre el operativo hasta que haya alguna novedad.
También la Fiscalía alemana de Braunschweig confirmó que “por razones tácticas, actualmente no se está publicando más información sobre los antecedentes”.
La búsqueda se centró el martes en la zona terrestre del embalse, aunque la policía cuenta también con embarcaciones y buzos.
La zona ya fue rastreada en 2008 por investigadores privados sin éxito, pero, coincidieron hoy expertos en medicina forense, los avances en la tecnología de los últimos años son fundamentales para resolver el caso si finalmente se encuentran evidencias sobre la desaparición de la niña.
Madeleine tenía tres años cuando desapareció -el 3 de mayo de 2007- de la habitación donde dormía con sus hermanos pequeños en un complejo turístico de Praia da Luz.
Tras años de investigación, el caso dio un giro en 2020 y el alemán Christian Brueckner, preso en su país por otros delitos, se convirtió en el principal sospechoso.
La Fiscalía alemana de Braunschweig trabaja con la teoría de que Madeleine murió a manos de Brueckner, que cuenta con un amplio historial de crímenes por abusos sexuales y pederastia, algunos de ellos en Portugal.
INVESTIGADORES DE 3 PAÍSES PARTICIPAN EN LA BÚSQUEDA
El caso está bajo secreto de sumario y el secretismo es máximo. Pero existe el convencimiento de que la fiscalía alemana tiene pruebas contundentes, que hacen pensar que la búsqueda en esta zona está más que justificada.
De hecho, la expectación que se ha generado ha sido máxima. En Portugal se han reunido investigadores de Portugal, Reino Unido y Alemania, tres cuerpos policiales que han tenido muchas diferencias en los últimos años y que en esta ocasión se han vuelto a reunir para poner datos en común y para tratar de avanzar en la solución del caso. Según informa el diario portugués “Correio da manha”, durante la primera jornada los trabajos se realizaron a mano pero durante la mañana de hoy se podía escuchar en la zona ruido de maquinaria pesada, por lo que se sospecha que incluso se haya procedido a la tala de varios árboles. También se han desplegado cuatro perros especialistas en rastrear restos humanos. Los agentes han cavado en varias zonas con pico y pala y han recogido muestras de suelo para su análisis.
Protección Civil, Bomberos y GNR están ayudando en las gestiones. Las operaciones están siendo seguidas por decenas de periodistas de diferentes países.
Según explica a “Mirror” Jim Gamble, un policía británico que trabajó en las primeras investigaciones del caso, existe el convencimiento de que “descubriremos la verdad, ya que la policía alemana claramente sabe algo”.
Gamble, experto en seguridad infantil, confirmó que los investigadores alemanes no han tenido que dar demasiadas explicaciones y utilizan un lenguaje que sugiere que están seguros de que [Madeleine] está muerta. Tienen un gran nivel de confianza cuando hablan sobre el sospechoso y su relación con la muerte de Madeleine. Pero no han compartido información de manera pública para no darle al sospechoso más información de la necesaria hasta que todo esté listo para acusarlo”.
Para Gamble las evidencias que hay sobre la implicación de Brueckner son “muy poderosas”. “Es realmente importante que todos mantengan la mente abierta. Sí, es un excelente sospechoso, pero hasta que no sea acusado, todo el mundo debe ser consciente de que podría haber sido otra persona”, advirtió.
Asimismo, dijo que “es necesario que cualquiera que hubiera estado en Praia da Luz en el momento de la desaparición hace 16 años o que haya estado cerca del embalse en los días posteriores a la desaparición de Madeleine trate de recordar y pensar ‘¿Vi algo?'”.
Según la televisión portuguesa SIC dijo: “Los investigadores saben que Brueckner solía ir a la presa con regularidad. Lo llamaba su pequeño paraíso y, a menudo, pasaba la noche allí. Se le veía a menudo”.
Sobre los dos rastreos que se realizaron en 2008 por buzos contratados por el abogado luso Marcos Aragao Correia, un abogado privado portugués, aclaró que esas búsquedas no arrojaron resultados pero que no tienen nada que ver con las que comenzaron el pasado martes porque en esta ocasión es una investigación dirigida por las fuerzas del orden: “La policía alemana ahora tiene líneas activas de investigación y avances tecnológicos.
Cualquier búsqueda en tierra o, de hecho, cualquier cosa que se encuentre en el agua puede ser analizadas por expertos forenses con técnicas que no estaban disponibles hace 16 años”. Aragao Correia según dijo, había tenido un contacto con el “inframundo” que informó que Maddie había sido arrojada a un “lago desierto con aguas turbias”.
Gamble está convencido de que si Brueckner o cualquier otra persona ha asesinado a Madeleine, habrían tenido muy complicado deshacerse del cuerpo de manera “completa y exhaustiva”.
Según los expertos consultados por SIC dijeron que “lo más probable es que cualquier resto biológico haya desaparecido debido a las vías fluviales en el área, pero los investigadores podrían estar buscando otros elementos, como objetos o ropa que podrían servir como evidencia”. En este sentido, Gamble confía en que incluso si encuentran el “fragmento de hueso más pequeño y minúsculo”, los nuevos avances en el ADN podrían aportar una identidad.
El optimismo de Gamble se produce al mismo tiempo que los investigadores sacaban bolsas de pruebas recogidas en la zona del embalse. Según publica The Sun, uno de los investigadores portugueses desplazados a la zona indicó que la búsqueda está controlada con por los agentes alemanes, que están llevando el registro con máximo secretismo. Según la misma fuente, esta nueva investigación -la primera de estas características desde 2014- ha sido posible debido a una “información creíble” que consideran que les puede llevar finalmente a atrapar a Brueckner y poder llevarlo a juicio.