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Infobae Cultura dialogó con el autor de “Aquellos años del boom”, el libro que refleja la historia de cómo los dos Nobel de literatura, Cortázar y otros autores “pusieron a América Latina en el mapa”, bajo el comando de la agente literaria catalana Carmen Balcells
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La historia de un grupo de amigos que cambió la literatura para siempre” suena perfecto y tentador para sumergirse en ella. En verdad es mucho más que eso. Se trata de una extensa investigación periodística que involucra profundas entrevistas con varios de los protagonistas, más de 300 fuentes consultadas y una depurada, obsesiva recopilación de datos que confluyen en Aquellos años del boom. García Márquez, Vargas Llosa y el grupo de amigos que cambió todo. Escrito por el periodista cultural catalán Xavi Ayén -redactor del diario La Vanguardia de Barcelona-, el libro ganó el premio Gaziel de Biografías y Memorias en 2013 y ahora tiene una segunda edición (Debate) que incluye declaraciones que la súper agente y DT de la selección del boom Carmen Balcells pidió no hacer públicas antes de su muerte (ocurrida en septiembre de 2015) y nuevos testimonios que contribuyen a retratar en detalle el fenómeno que, no solo en cifras de ventas, conmovió el universo cultural de Occidente. – Finalmente parece haber coincidencia en afirmar que la palabra “boom” surgió de un texto del chileno Luis Harss ¿Cómo podría explicar el origen del término que terminó definiendo a este fenómeno? – Este es un tema sobre el que había bastante confusión pero ahora está claro que “boom” se utilizó por primera vez en la revista Primera Plana, en agosto de 1966, y que lo utilizó precisamente Luis Harss. Para aclarar su significado añadió entre paréntesis: “Auge”.
Harss tomó el término de unos reportajes en los que se referían al boom económico de Italia y decidió aplicarlo a la literatura. En un congreso, el crítico Rodríguez Monegal reconoció públicamente que Harss era el padre del concepto. A mí parece apropiado, como si hubiera sido un big bang a partir del cuál se creó el universo que ahora habitamos. Estos escritores abolieron las fronteras nacionales y posibilitaron que sus obras fueran publicadas en muchos países a la vez. Así se multiplicó la cantidad de lectores en español en todo el mundo. Hoy es habitual, pero antes cuando se citaba a los grandes escritores vivos del momento se hablaba de europeos y estadounidenses. Ellos pusieron a América Latina en el mapa. –El término define no solo a un grupo de escritores, sino a un fenómeno editorial. –Sí, es un término que cuaja, en parte, porque el boom ya había comenzado cuando se acuñó. Harss habló por primera vez del boom cuando faltaba un año para que Cien años de soledad -la novela que generó todo- se publicase en 1967.
Muchas de las grandes obras del boom, desde Rayuela a La ciudad y los perros, nacieron sin que el movimiento hubiera sido bautizado todavía. Durante los años 60 y principios de los 70 sucedió esta revolución que comenzó de manera más o menos silenciosa en Buenos Aires con la primera edición de Cien años de soledad, y que sirvió de marco para la publicación de algunas de las novelas capitales de la literatura hispanoparlante en el siglo XX – y de la cual emergieron los premios Nobel de literatura Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa. En paralelo, cambiaron las reglas del negocio editorial para siempre. “Carmen Balcells creó el oficio en España. Cambió las normas de los contratos, poniéndoles límite temporal y geográfico, y se convirtió en una especie de madre para los escritores, con los que tuvo una enorme intimidad”, afirma Ayén. El papel de Carmen Balcells es, a lo largo del libro, “determinante”. Aunque su autor aclara que “cuando ella empezó a trabajar con los autores la ola ya existía”. Para Ayén “lo que hizo Balcells fue subirse y dirigir esa ola. Ningún agente, y Carmen tampoco, podía conseguir que comiencen a comprarse masivamente determinadas novelas.
Fue necesaria una confluencia de elementos y lo que consiguió ella fue que los escritores se ganaran la vida escribiendo, algo que hoy no es nada fácil. Balcells creía que la escritura no es un hobby y puso a los escritores a trabajar profesionalmente, liberandolos de todas las cargas incluso las familiares. Se ocupó de que no les faltase de nada, de que tuvieran cinta para la máquina de escribir, la escuela para los hijos, médicos, una casa donde vivir… Cuando no tenían dinero, se lo adelantaba”. La foto de tapa del libro es emblemática al respecto: rodeada de “sus muchachos” y con un objeto esférico en sus manos (¿el mundo?), la agente literaria Carmen Balcells posa sonriente con García Márquez, Jorge Edwards, Vargas Llosa, José Donoso y el guionista español Ricardo Muñoz Suay. Faltan Julio Cortázar y Carlos Fuentes (que deberían reemplazar a Edwards y Muñoz Suay), y allí estaría formado el dream team del boom.
“Apoyaban a la revolución cubana, vivían en Barcelona o bien realizaban visitas periódicas a la ciudad (Cortázar por ejemplo)”, enumera como características afines al grupo. – ¿Cuáles serían, a su entender, otros rasgos característicos comunes del grupo? – Es un tema delicado porque cuando hablamos de otros movimientos artísticos-literarios lo que une es una estética común, no sé… Los surrealistas, los románticos por ejemplo. En cambio éstos no tienen una estética común aunque actúan como colectivo. Vargas Llosa no es realismo mágico, pero sí hay un rasgo común definitorio y todos lo creían a ciegas: una idea trascendente de la novela.