*Un municipio modernizado con turismo pero que no vulnera la vida tradicional de sus habitantes, señalan expertos de la UDLAP
Martín Gutiérrez/@martinreportero
Cómo un municipio, San Andrés Cholula, logró la convergencia de modernidad y la versión del pueblo mágico para ser atractivos a la inversión y el turismo sin tener que vulnerar a sus habitantes, desalojándolos por consenso, petición o legalmente. Siendo un modelo para distintas ciudades del mundo que han desalojado a cientos de personas, de un barrio que pronto verá proliferación y un cambio drástico de sus habitantes y servicios. Estos y otros planteamientos se dieron por estudiantes y académicos en el webinar: Investigación en arquitectura: ¿gentrificación, recuperación de la memoria o destrucción creativa?, organizado por la Universidad de las Américas Puebla.
Acorde al Dr. Iván Oropeza, académico de Arquitectura de la UDLAP y moderador del webinar, la gentrificación es el proceso de transformación del espacio urbano deteriorado o en declive, a fin de construirlo o rehabilitarlo con mayores alturas de las existentes. Sin embargo, para el Dr. Marco Enia, profesor del mismo departamento, este también es un asunto destructivo ya que la gente que vive en él se ve obligada a dejarlo, pues la mejora provoca un aumento de la renta, del coste habitacional y el pago de servicios. “Es un proceso de expulsión que afecta normalmente a los que tienen menos, beneficia a los que ya tienen y no solo ocurre porque si, es algo que ocurre deliberado o planeado”, explicó.
Para acrecentar el concepto a lo nocivo, el Lic. Octavio Spindola, estudiante de la Maestría en Ciencias Sociales en FLACSO-México, señaló que la gentrificación no solo ha perjudicado a esos grupos obligados a desplazarse de su lugar, sino también ha hecho que gente se aísle en clústeres con sus propios beneficios y afectando a otros. Por ejemplo, ciertas colonias en la Vía Atlixcáyotl que no cuentan con depósitos de agua y utilizan los de comunidades adyacentes. Así que “no solo estamos fragmentando el espacio, estamos vulnerando el acceso y goce de los derechos, estamos produciendo ciudadanía de segunda, incluso de tercera, porque todos los nodos viales y la infraestructura está dispuesta para que ciertos sectores accedan a ciertos espacios”, agregó.
Sin embargo, la Mtra. María Guizar, estudiante del doctorado de la UDLAP, planteó el caso de San Andrés Cholula, donde se atendieron los intereses e ideologías dominantes para diseñar e implementar políticas públicas en beneficio de la sociedad. Ahí se configuraron dos versiones en un mismo territorio, por un lado, la reserva territorial Atlixcáyotl conserva la parte definida como cosmopolita y por otro la versión del pueblo mágico, el cual pese a que pareciera estar a salvo de la modernidad se insertó en la lógica del mercado, al hacer un corredor turístico que comparte espacio con San Pedro. “Ambas versiones me parecen interesantes y ameritan una revisión a fondo. Ambas han pasado a convertirse en ciudades genéricas, donde la parte cosmopolita cuenta con elementos e iconos que se asemejan a los de otros modelos de ciudad, y la parte ancestral se ancla en discursos que aluden a políticas que hablan sobre la nostalgia, donde se reproducen imaginarios que realzan el carácter prehispánico y colonial”, señaló.