Eduardo Sánchez
Las obras estatales de remodelación y desarrollo urbano en la capital poblana han traído beneficios para algunos sectores, como el económico, así como complicaciones para otros, como es el tema ambiental que, durante los últimos años, ha sufrido grandes impactos de contaminación en sus distintas modalidades. Las obras morenovallistas han causado grandes cambios en la Angelópolis durante los últimos nueve años, algunas con mayor impacto que otras, como la deforestación en el cerro de Amalucan, el último pulmón de la ciudad o la remodelación del Parque Ecológico que provocó el desalojo de aves en cautiverio. Sin embargo, una de las afectaciones más recientes y a la que varios poblanos se opusieron fue la construcción de la Línea 3 de la Red Urbana de Transporte Articulado (RUTA), que desde su planificación avisaba sobre la tala de más de 300 árboles.
En 2017, la Secretaría de Infraestructura, Movilidad y Transportes contabilizó que en los 15 kilómetros de recorrido que abarcan desde la Capu, atravesando por el Bulevar 5 de Mayo hasta el Bulevar Valsequillo, se encontraban 2 mil 931 árboles y, algunos de ellos, interferían con las obras de construcción. Tanto activistas como vecinos de colonias aledañas al recorrido se pronunciaron al respecto para evitar perder más árboles, pues con la construcción de las primeras dos líneas ya se habían realizado trabajos de tala, así como por los trabajos de construcción de la ciclopista elevada en el Bulevar Hermanos Serdán. En 2017, colonos de la zona de Xilotzingo y activistas se manifestaron en Bulevar Valsequillo, para exigir respeto por los más de 300 árboles que comenzaron a ser cortados para la Línea 3.
MENOS ÁREAS VERDES, MENOR CALIDAD DEL AIRE
Y es que, de acuerdo a recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en cada ciudad se deben tener al menos 9 metros cuadrados de áreas verdes por habitante; desde 2015 el Reporte de Resultados del Sistema de Indicadores de Desempeño (Sindes), de la Asociación Internacional de Administración de Ciudades y Condados (ICMA, por sus siglas en inglés), daba a conocer que en Puebla se tienen 1.88 metros cuadrados de áreas verdes por habitante. Como respuesta, ante las quejas por el proyecto, el gobierno de Antonio Gali Fayad informó que sólo 65 árboles serían talados por estar enfermos o muertos, 162 árboles serían trasplantados y 56 integrados en paraderos ecológicos de la RUTA. De éstos, son 12 los paraderos habilitados que albergan en su interior árboles para evitar removerlos. Mientras que 325 ejemplares con altura mínima de 3 metros fueron plantados en parques y camellones para mitigar el impacto ambiental. En total, por las afectaciones de las obras del Parque Amalucan, la Línea 3 de la Red Urbana de Transporte Articulado (RUTA) y el Bulevar Carmelitas, se plantaron cerca de 8 mil árboles, según reveló la pasada administración.
De acuerdo con la asociación de protección ambiental Tree People, entre los beneficios de los árboles, se encuentra la proporción de oxígeno, regulan la temperatura, refrescando ciudades hasta 10° F; ahorran el agua, evitando su evaporación, así como ayudan a prevenir su contaminación y limpian el aire, mientras hacen un combate al cambio climático regulando el exceso de dióxido de carbono. En este último punto, es importante mencionar que en la Línea 3 se instalaron 10 Sistemas de Medición Ambiental y Purificación para evaluar los niveles de contaminación que provocaban las rutas que circulaban sobre Bulevar Valsequillo, 5 de Mayo y hasta el Bulevar Norte y, posteriormente, se colocarán los purificadores de aire en todo el trayecto.
El total de vehículos que circulan sobre esta línea son: 12 camiones articulados a gas natural, 35 vehículos de rutas alimentadoras, 72 unidades, 25 camiones, y darán servicio diario de 98 mil viajes; la cifra aumentará en el siguiente año, luego de que usuarios denunciaron el desabasto de servicio.