Jesús Lemus
Presuntamente la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) congeló las cuentas de quien fuera gobernador del estado de Puebla, Mario Marín Torres, quien sigue prófugo de la justicia tras ser acusado de cometer el delito de tortura en contra de la periodista Lydia Cacho.
De esta manera, se presume que las cuentas de Mario y Carlos Marín García son las que están congeladas, pues supuestamente se relacionan con delitos fiscales y lavado de dinero, como parte de otros delitos que presuntamente cometió su padre.
Sin embargo, los hijos del ex mandatario poblano emanado de las filas del PRI, tramitaron un amparo ante el juez respectivo, quien les concedió la suspensión de la decisión de la UIF, por lo tanto pueden seguir realizando operaciones financieras.
En versión de la nota de un diario de circulación local, la suspensión de sus cuentas no aplicará con base en el artículo 115 de la Ley de Instituciones de Crédito.
“Los efectos de esta suspensión están condicionados a que el bloqueo de cuentas bancarias no se haya emitido a partir de un supuesto válido previsto por el artículo 115 de la Ley de Instituciones de Crédito esta suspensión no surtirá efecto alguno, si el bloqueo de cuentas fue ordenado por diversa autoridad responsable, o tenga origen en una orden judicial, pues estos supuestos cambian la naturaleza jurídica del acto reclamado”, señala el acuerdo judicial.