El Economista
En medio de un mundo que debe diseñar nuevos marcos fiscales para alcanzar finanzas públicas estables tras el choque de la pandemia, México destaca por segundo año consecutivo, por contar con el déficit más cerca del equilibrio, de 0.6% del PIB, entre 40 países emergentes.
Expertos del Fondo Monetario Internacional (FMI) proyectan que el país puede alcanzar el equilibrio en sus finanzas públicas alrededor del 2022 y el 2023, cuando pasará de un déficit de 0.1% del PIB el próximo año al superávit fiscal que podría ubicarse en 0.2% del PIB.
Información contenida en el reporte semestral Fiscal Monitor, actualizado esta mañana muestra que México se distingue del resto de sus pares emergentes que en promedio tendrán este año un déficit fiscal de 4.8% del PIB y también compara favorablemente frente a la media de los países del G-20, que alcanzarán un déficit de 5.2% del PIB.
Expertos en México del FMI matizaron en la conclusión preliminar tras la revisión anual a la economía, que este desempeño resulta de “una política fiscal conservadora” e hicieron un nuevo llamado, por segundo año consecutivo, para que las autoridades utilicen este margen de maniobra “para salir al mercado en una estrategia que incluya el compromiso de incrementar sus ingresos tributarios”.
En el mismo reporte preliminar de las conclusiones a la revisión anual, la Misión de expertos del Fondo en México explicó que “ha sido muy alto el costo humanitario, social y económico por el choque de la pandemia”. Y subrayan, como lo han hecho desde abril de 2020, que el país aplicó uno de los más bajos estímulos fiscales en la crisis del Covid-19.
Ingresos sin reforma
Información contenida en el reporte semestral Fiscal Monitor, proyecta que en ausencia de una reforma tributaria, los ingresos del gobierno continuarán estables, desde el 24.5% del PIB que representaron en 2020, hasta el 24 y 23.2% del Producto que estiman alcanzarán al cierre de este año y el próximo.
En las conclusiones de la revisión a México, enfatizaron que hay “más de medio millón de muertes probablemente relacionadas con el Covid-19, el subempleo se mantiene por encima del pico alcanzado durante la crisis financiera mundial (2009) y se incrementó en 4 millones el número de personas sin trabajo mientras los niveles de pobreza aumentaron”.
Por eso propusieron desarrollar una estrategia de aumento de ingresos tributarios, una reforma progresiva que puede aplicarse una vez que la actividad económica se encuentre en una ruta de crecimiento sostenible.
Deuda estable y comparativamente baja
Al interior del reporte lanzado desde Washington por el Director de Asuntos Fiscales, Vitor Gaspar y el subdirector del área, Paolo Mauro, estiman que la deuda general del gobierno se ubicará en 59.8% del PIB este año. Una proporción que se mantendrá fluctuando entre 60 y 61% del Producto desde el año próximo y hasta el 2024.
En esta métrica fiscal también compara México favorablemente con el resto de sus pares emergentes donde el promedio de la deuda es de 64.3 puntos del PIB y por supuesto queda lejos del 66.1% del Producto donde esta la media de los países del G-20.
El informe será base de análisis para los representantes de los 190 países miembros, durante las Reuniones Anuales del FMI y el Banco Mundial, donde México participa como presidente de la Junta de Gobernadores, es decir, de los países miembros.
Recortan estimado del PIB a 6.2% este año y 4% para 2022
El Fondo Monetario Internacional (FMI) redujo las expectativas de crecimiento económico para México para este año a 6.2%, por debajo del 6.3% pronosticado en julio.
Para 2022 también recortó las proyecciones y estima que la economía avance 4%; hace tres meses la expectativa era de 4.2%.
La Secretaría de Hacienda estima un crecimiento de 6.3% en 2021 y de 4.1 el próximo año.
El FMI advirtió este martes que la persistencia de la pandemia de COVID-19 y la desigual distribución de vacunas siguen frenando la recuperación económica mundial y empeoran las perspectivas para los países en desarrollo, incluidos los de América Latina.
El crecimiento mundial para 2021 se proyecta en 5.9%, frente al 6% estimado en julio, una baja “marginal”, explicó el FMI en su actualización del informe trimestral “Perspectivas de la economía mundial” (WEO en inglés).
Pero esas cifras enmascaran grandes retrocesos en algunas naciones, alertó la economista en jefe del FMI, Gita Gopinath, señalando que “las perspectivas para el grupo de países en desarrollo de bajos ingresos se han ensombrecido considerablemente debido al empeoramiento de la dinámica de la pandemia”.
A la ola de infecciones de la variante delta del coronavirus se suma una tasa de vacunación marcadamente más baja en los países en desarrollo.
Cerca del 58% de la población en las economías avanzadas ya está completamente inmunizada, en comparación con el 36% en las economías emergentes y menos del 5% en los países pobres, subraya el FMI, que publica sus previsiones en el marco de sus reuniones anuales con el Banco Mundial esta semana en Washington.
Otro desafío mundial son los cuellos de botella logísticos que han desincronizado las cadenas de suministro globales, lo que provocó bloqueos en los puertos, escasez de una variedad de materiales, y un aumento de los costos de exportación, destaca.
Para Gopinath, es muy claro que “la pandemia no termina en ningún lado hasta que termine en todas partes”.
Una recesión prolongada “podría reducir el PIB mundial en un acumulado de 5,3 billones de dólares durante los próximos cinco años”, alertó.
Para Latinoamérica y el Caribe, una región muy afectada por la pandemia, el Fondo mejoró su pronóstico de crecimiento para este año (+0.5 puntos a 6.3%), tras una grave recesión registrada en 2020 (-7% frente al -3.1% a nivel mundial).