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Kelly Bandala
El Ex Convento de Santa Mónica se encuentra en la calle 18 Poniente, no. 103; este edificio es uno de los más bellos de Puebla pero también uno de los lugares más misteriosos gracias a su historia.
Este lugar inicialmente fue creado para ser refugio de las esposas que los españoles abandonaban pero para el año de 1609 la señora Úrsula de la Vega convierte este lugar en un reformatorio para mujeres; 70 años más tarde, se hacen cambios para que el reformatorio sea utilizado como una casa de mujeres, además, en este mismo lugar se funda un colegio para viudas españolas conformado por celdas, oratorios, refectorios, servicios sanitarios, lavaderos y una iglesia.
En 1685, en este lugar se fundó el Convento de Santa Mónica pero en el año de 1933, el gobierno desalojó a las religiosas y posteriormente el convento fue utilizado como museo de arte religioso.

Las miles de personas que vivieron aquí no llegaron por muy buenas razones y, aunque el convento funcionaba como refugio, la vida de estas también fue dura pues vivían en encierro; por su parte, las monjas que habitaban aquí también sufrían ya que muchas veces, al momento de hacer sacrificios a Dios, se castigaban ellas mismas. Estas historias hacían que el convento fuera un lugar lleno de soledad y sufrimiento.
Como en todos los conventos poblanos, se dice que aquí las personas eran emparedadas y encerradas en cuartos de tortura, esto gracias a que en varias ocasiones se han encontrado esqueletos de personas y hasta de fetos en las paredes.
Los visitantes y trabajadores del museo aseguran que las almas de aquellas personas que sufrieron y murieron en este lugar no han logrado descansar pues, frecuentemente, se reportan apariciones. Si no has visitado este convento te recomendamos hacerlo ya que pasarás una tarde llena de suspenso pero muy divertida.