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Para el Dr. Antonio Martínez, secretario de Salud del estado de Puebla, la salud está en todo, hasta en la política: “La salud o la medicina tiene que ver con política, con sociedad, con economía, con todo. Estamos en todos lados al ejercer esta extraordinaria profesión. Estamos listos para todo, de que estoy listo, esto listo. No estoy obsesionado”.
En entrevista con Álvaro Ramírez para Exilio.mx e Hipócrita Lector, Martínez García asegura que, por ahora, debe atender al sector Salud que sufre de carencias, hay que nivelarlas, ahorita la encomienda es una y soy sumamente institucional, aunque también lanza un: “ya se verá”.
En distintas ocasiones, el gobernador Miguel Barbosa Huerta pareciera haber sugerido que el secretario de Salud al lanzarse, podría ser candidato. Sin embargo, Martínez García aclara que todo se trata de “una broma”.
Tras 20 meses de enfrentarse directamente, desde la primera trinchera, al combate contra la Covid-19 y sus cinco olas, Martínez García, se resiste a mirarse en el corto plazo, en un escenario electoral -como muchos lo han vislumbrado-, pero afirma que se encuentra “listo para todo”, aunque no está “obsesionado” con lo que pueda venir en su futuro: “ya se verá”, remata.
Los reflectores que le han apuntado desde que tomó la titularidad de la dependencia, el 11 de julio de 2020, lo ubican entre los hombres que podrían estar en las boletas 2024, cuando en el estado se renovará la gubernatura, las 217 alcaldías y la totalidad del Congreso local.
“La salud o la medicina tiene que ver con política, con sociedad, con economía, con todo (…) Estamos listos para todo, de que estoy listo, esto listo”, afirmó.
En esta charla demostró la pasión por la medicina y le entusiasma la manera en cómo llegó a dirigir la Secretaría de Salud, por una invitación del gobernador Miguel Barbosa Huerta; también la forma en que, junto con el mandatario, ha hecho frente a la pandemia y la manera en que la enfermedad impactó a su vida personal.
De paso, también se refirió a sus aspiraciones políticas y asegura que no se encuentra obsesionado, pero tampoco es “que le saque”, como entre broma y broma le dijo un día Barbosa el pasado 7 de julio, sobre 2024: “No le saque doctor, no le saque”, dijo el gobernador, tras mencionar que el secretario de Salud goza de un reconocimiento y enorme popularidad en el estado.
LA PESADILLA DE LA COVID
El 30 de enero de 2020 es una fecha que José Antonio Martínez García no olvida. Ese día, cuando comenzó su trabajo como subsecretario de Salud del estado de Puebla, la Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmó que la Covid-19 era la nueva pandemia que el planeta esperaba desde hace muchos años.
Desde su posición, el nuevo funcionario tuvo uno de los primeros encargos del gobernador –quien personalmente lo invitó a su gabinete–: conseguir los ventiladores necesarios para que el estado atendiera a todos los enfermos de Coronavirus que, desde entonces, ya se esperaban.
Otra de sus responsabilidades fue la reconversión hospitalaria de 21 nosocomios en territorio poblano, algo nunca antes visto en la historia de Puebla.
El 13 de marzo, casi mes y medio después, Martínez García se enfrentó a uno de sus grandes retos como médico, la aparición del primer caso de Coronavirus en Puebla.
APOYO INSTITUCIONAL
El Gobierno de Puebla tuvo que comprar todo, desde cero, para atender a sus pacientes de Covid-19, resalta Martínez García.
Las experiencias que hasta ahora ha dejado la pandemia a la Secretaría de Salud son tan grandes, que el propio Martínez García propuso al mandatario estatal hacer un libro que ayude a preservar lo ocurrido.
LOS DÍAS MÁS DIFÍCILES
En la etapa más dura de la pandemia, con jornadas extenuantes y agotamiento acumulado, el secretario de Salud cayó en una descompensación física grave y en su reflexión apareció la duda sobre dejar el cargo.
El burnout o síndrome de desgaste profesional, ocasionado por jornadas de trabajo de hasta 23 horas al día, estuvieron a punto de cobrarle factura durante la segunda “ola”, la más intensa que recuerda.
La dinámica familiar de Martínez García también estaba cambiada. Ingresar a su hogar se convirtió en un protocolo sanitario, con área gris y blanca a la entrada, además de un baño construido para que se desinfectara. “Tuvimos que hacer una reconversión”, detalla.
Hoy, acepta que hace lo posible por pasar el tiempo que requiere con su familia, en la que destaca a sus dos hijas.
LA VACUNACIÓN
La llegada de las vacunas anti-Covid a Puebla, el 13 de enero de 2021, cambiaron el panorama de la lucha contra la enfermedad, en el estado.
Aunque los contagios siguieron, igual que las muertes, las cifras disminuyeron de manera considerable.
Para evitar irregularidades en la distribución del biótico, como ya ocurría en otras partes del país, Miguel Barbosa Huerta le pidió al secretario de Salud máxima transparencia en la aplicación de las inyecciones.
Para entonces, Martínez García ya había perdido colegas y compañeros del sector Salud que enfermaron de Covid-19.
Hasta hoy, Martínez García no sabe si se infectó de Coronavirus. Aunque se realiza pruebas constantemente, no descarta haber sido asintomático.