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Por: Padres e Hijos
Si tu bebé escucha música desde que está en tu vientre, poco a poco irá despertando más su inteligencia porque la música le permite crear más conexiones neuronales. Además, comerá y dormirá más, y llorará muchísimo menos. Descubre otras grandes ventajas de estimularlo con música a través de tu pancita.
Antes que las palabras, en el mundo del recién nacido hay sonidos, asegura Janellen Huttenlocher, de la Universidad de Chicago: “Si un bebé escucha un fonema varias veces, las neuronas de su oído estimulan la formación de conexiones en la corteza auditiva del cerebro. Cuando se establecen los circuitos básicos, el bebé empieza a cambiar los sonidos por palabras”.
De esta forma, cuanto mayor sea el número de palabras que el bebé escuche, empezará a hablar con más rapidez. Durante los primeros años de vida, comenta Renée Guindi, directora del Centro de Música in Útero de la Ciudad de México, el cerebro transita y continúa formandose a través de una serie de cambios extraordinarios. Inmediatamente después del nacimiento, el cerebro del bebé produce trillones de conexiones entre neuronas, muchas más de las que en realidad puede usar en ese momento.
De esta manera la música estimula el desarrollo del cerebro, al mismo tiempo que facilita el establecimiento de la red neuronal que permite mejorar la función cerebral. Platón afirmaba que «la música es el instrumento más potente que ningún otro para la educación», y hoy los científicos saben que la música entrena al cerebro para aumentar y mejorar las formas del pensamiento.
De acuerdo con la especialista, la música creada y seleccionada cuidadosamente promueve la inteligencia musical, tiene un efecto de tranquilidad y proporciona a los pequeños la oportunidad de aprender música. La formación de su personalidad empieza a desarrollarse alrededor de bellas melodías y ayuda a desarrollar su concentración y coordinación.
Enriquecer a los bebés a través de lo que escuchan, es tarea de los padres: ¿por qué no brindarles y ofrecerles lo mejor, con amor y conciencia? La buena música ayuda a los niños a potenciar su memoria, aumenta su coordinación, creatividad y concentración; incrementa la habilidad matemática, acelera el aprendizaje de idiomas, desarrolla el razonamiento y enriquece las emociones.
Al escuchar música se estimula el sistema nervioso, pues el aprendizaje auditivo, rítmico y musical se apoya en el crecimiento, la inteligencia y auspicia la asociación de sensaciones de placer y seguridad. Las principales características de la música: el tono, el timbre, la intensidad y el ritmo se encuentran en el lenguaje oral. Por eso, la música prepara al oído, la voz y el cuerpo del niño a escuchar, integrar, aprender y vocalizar; y brinda a los bebés amor y atención, con la finalidad de crear, de modo natural, un estado de relajación alerta, además de proporcionarle la oportunidad de aprender música.