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Ocho muertos y dos heridos es el saldo que dejó el choque de frente entre dos unidades del transporte público, en el que se presume que el responsable del fatal accidente conducía en estado de ebriedad. Fue la mañana de este domingo, sobre la carretera federal Puebla-Tehuacán, justo a la altura de la comunidad de Santa María Nenetzintla, donde ocurrieron los lamentables hechos, cuando un camión de pasajeros de la ruta 67, unidad 12, que no estaba en servicio, impactó de frente a una Minivan, marca Nissan, de la ruta Nenetzintla-Tepeaca.
En el fatal impacto, 8 personas perdieron la vida de manera instantánea al terminar prensadas por los fierros retorcidos de ambos vehículos, y es que, literalmente, el camión quedó incrustado en la Minivan. Se presume que el conductor del camión de la ruta 67 viajaba en compañía de otra persona y sin pasaje, ya que no estaba de servicio, pero que iban ingiriendo bebidas alcohólicas. Según testigos de los hechos, tras el aparatoso percance, los dos salieron huyendo del camión para internarse en los matorrales frente al panteón de la zona y, así, lograr perderse. Peritos y policías que llegaron al auxilio de las víctimas, luego de ser activada la alerta, encontrarían en el interior del camión, evidencia que confirmaría que el responsable y su cómplice ingerían alcohol, esto, tras encontrar latas de cerveza dentro de la unidad. Los paramédicos que arribaron la zona del desastre no pudieron hacer mucho por 7 de los pasajeros, pues ya no tenían signos vitales, notificando inmediatamente a las autoridades competentes el número de decesos. Mientras tanto, 3 heridos más eran trasladados a diferentes nosocomios de la zona, incluso, de la capital poblana. Sin embargo, uno de ellos, perdería la vida en el trayecto al hospital, por lo que se declaraba como la octava víctima de este fatal accidente, en el que 4 hombres y 4 mujeres perdieron la vida. Familiares de las víctimas reclaman a las autoridades dar con el paradero de los responsables, ya que testigos no los pudieron alcanzar, pues se perdieron en los matorrales, donde se ocultaron y huyeron con rumbo desconocido.
