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Lizzet Pérez Vázquez
Durante la celebración del III Domingo de Cuaresma, Monseñor Tomás López Durán, Obispo Auxiliar de Puebla, presidió la Santa Misa en la Catedral, donde elevó oraciones por el eterno descanso de los ocho jóvenes de la Pastoral Juvenil asesinados recientemente en Salamanca, Guanajuato.
Los trágicos hechos ocurrieron el pasado 16 de marzo en la comunidad de San José de Mendoza, Salamanca, cuando un grupo armado atacó a los jóvenes que se encontraban organizando actividades. El ataque resultó en la muerte de siete personas en el lugar y una más falleció posteriormente en el hospital.
En su homilía, Monseñor López Durán expresó su profunda consternación por la violencia que afecta al país y destacó la necesidad de construir una sociedad más justa y pacífica.
“Cuándo nosotros nos dejamos esclavizar por el pecado por la maldad por la envidia y el egoísmo, quiere decir que nuestro corazón se vuelve invencible y no deja entrar ni a Dios ni al prójimo”.
Ante este tipo de incidentes, ha provocado gran indignación a la comunidad católica y a la sociedad en general por la urgencia de erradicar la violencia, que actualmente no sólo se enfrenta en la ciudad, sino en todo el país.
