Ángel Fuentes
A decir de Juan Martín Pérez García, coordinador del grupo Tejiendo redes por la infancia en América Latina y El Caribe, de enero a marzo del presente año, se tiene registro de 7 mil 636 casos de menores de edad repatriados de Estados Unidos a México; cifra que representa un importante aumento a la obtenida, durante el mismo periodo, el año pasado: 6 mil 951 casos.
Pérez García mencionó que el flujo de menores inició desde el confinamiento por la pandemia de COVID-19.
Detalló que estos menores se enlistan bajo el denominado niños circuito, debido a que cruzan de manera ilegal la frontera de México hacia Estados Unidos, los deportan y, de nueva cuenta, intentan volver a cruzar ilegalmente.
“Es muy duro y difícil todo lo que viven. Lo que atraviesan es bastante grave; pero tendríamos que mirar que lo que dejan atrás es aún más grave y doloroso y prácticamente sin opciones”, mencionó el coordinador.
La mencionada organización enlista tres factores detonantes de dicha situación:
Economía familiar inestable: Muchas familias perdieron el ingreso económico que tenían en México y, los jóvenes mayores de 15 años, deciden alcanzar a familiares que radican en Estado Unidos.
Violencia: Bandas del crimen organizado que, por sus actividades delictivas, desplazan a las familias.
Reunificación de las familias: Menores cuya familia persiguió el “sueño americano” y se encuentran radicando en el país vecino.
Resulta importante decir que el menor, en caso de lograr cruzar, puede permanecer en el país del norte a través de dos vertientes:
Si el familiar que radica en Estados Unidos es legal, y acredita su parentesco, le será permitido al menor ingresar
Quienes logran cruzar, pero no se logran encontrar con sus familiares, son utilizados como mano de obra en el campo.