María Elena Álvarez-Buylla, directora del Conacyt, anunció que en esta última etapa se realizarán pruebas en voluntarios
Expansión Política
El desarrollo de la vacuna Patria continúa activo. Aunque no se cumplió la promesa de que las primeras dosis estarían listas a finales de 2021, la directora general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), María Elena Álvarez-Buylla, anunció que por fin arrancará la última fase de la investigación.
De ser positivos los resultados de esa etapa, la vacuna podría aprobarse para su uso en emergencias, igual que el resto de las vacunas contra el SARS-CoV-2 aplicadas hasta ahora en diferentes países. Y sería el primer biológico mexicano contra la enfermedad Covid-19.
El 29 de agosto de 2022 iniciará, a través de la página web patria.conacyt.mx, el registro de las personas que quieran participar en el estudio, que se realizará entre septiembre y diciembre de 2022. Se necesitan 3,860 voluntarios mayores de 18 años de la Ciudad de México, Oaxaca o Michoacán, y que tengan más de cuatro meses de haber recibido alguna vacuna contra covid-19. También se solicita que los voluntarios no tengan infección respiratoria activa ni enfermedades crónicas, ni antecedentes de efectos graves por vacunación. Tampoco estar en embarazo o lactancia.
“Se pueden registrar si ya tienen, aproximadamente, tres meses de haber recibido su última vacuna en contra del Covid porque, en lo que transcurre el proceso de reclutamiento, ya darían los cuatro meses o más”, dijo Álvarez-Buylla.
Dieciséis meses después de que iniciara la fase 1 de las pruebas en humanos, la directora del Conacyt detalló los resultados de los diferentes momentos de la investigación, que inició desde 2020 con el impulso de la empresa farmacéutica veterinaria de capital mexicano Avimex.
Al presentar un balance de su gestión en el Conacyt, Álvarez-Buylla dijo que la fase preclínica, que consistió en realizar pruebas en animales, demostró que la vacuna Patria es segura y eficaz.
Los resultados de la fase 1, detalló, arrojaron que el biológico era seguro y generaba protección en humanos, mientras que en la fase 2 se comprobó que la vacuna era capaz de producir anticuerpos sin efectos graves.
Álvarez-Buylla explicó que en la segunda etapa se enfrentaron varios retos que retrasaron el desarrollo. La ola de la pandemia causada por la variante Ómicron redujo el número de participantes con perfiles aceptables para la fase 2. Y la aplicación de otras vacunas contra covid-19 también afectó el reclutamiento.
“Y a pesar de que implicó un reto muy fuerte el desarrollar este ensayo clínico en medio de la ola de Ómicron y a la vez que iba avanzando rápidamente, para salvar vidas, el Plan Nacional de Vacunación, se pudo terminar esta fase”, dijo la directora de Conacyt.
Gracias a una licencia de uso exclusivo para México, el desarrollo de la vacuna Patria es posible porque utiliza tecnología de la Escuela de Medicina Icahn en Monte Sinaí, en Nueva York.
En abril de 2021, Álvarez-Buylla informó que el proyecto recibió un financiamiento inicial de 15 millones de pesos por parte de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y 135 millones de pesos provenientes del Conacyt.
Las autoridades optaron por este desarrollo, aunque en ese momento cinco iniciativas de vacunas desarrolladas por científicos mexicanos de la UNAM, el Cinvestav y la Universidad Autónoma de Querétaro presentaban avances importantes y prometedores.