El obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Puebla, Francisco Javier Martínez Castillo, pidió por el descanso eterno de los alpinistas que fallecieron tras subir al Pico de Orizaba
Aldo Peña
Francisco Javier Martínez Castillo, obispo auxiliar de Puebla, pidió por el descanso eterno de los alpinistas fallecidos en el volcán Citlaltépetl, de los guardabosques asesinados en San Salvador el Verde y por los militares que fallecieron en Ensenada.
Pidió a los creyentes que se deben de dar la oportunidad de ser la felicidad de los demás, de ser el crecimiento y de ser mejores para formar la historia de otros.
En otro tenor, el líder de la grey católica llamó a los ciudadanos a la conversión en el tiempo cuaresmal, pues dijo que se pasa de las acciones malas a las buenas, a través de un análisis individual. Destacó que todo es posible gracias a la fuerza de Dios, ya que así se da la capacidad, los medios y la fuerza para iniciar una transformación en mejora de la historia.
“Únicamente descubrimos nuestros errores y nuestras equivocaciones para poder corregirlas (…) por supuesto es parte del proceso de la conversión, pero no se reduce solo a eso, sino que no perdemos de vista que cada día podemos ser mejores. Descubrimos la grandeza de nuestra dignidad como hijos de Dios y entonces nos ponemos en el esfuerzo constante de parecernos cada día más a aquel que nos ha regalado su vida y que nos ha hecho capaces de vivir una mejor historia”, dijo.
Acentuó que el amor a Jesucristo, será el escudo para que todos los ciudadanos de México tengan la fuerza para salir adelante de esta complicada situación que se vive, a través de una participación ciudadana íntegra para consolidar la democracia en territorio nacional.
Esa fuerza debe confirmarse en la unión de las personas para forjar un nuevo panorama social que incluye el respeto entre cada uno de los integrantes de la familia de la comunidad para mejorar el tejido social, señaló.