🎧 Usa el reproductor para escuchar esta nota
Redacción
Autora de seis patentes en México, Alemania, España y Estados Unidos, en este año prevé registrar la séptima con una tecnología de impacto mundial
En 1982 la BUAP contrató a la primera mujer con doctorado en Química: María de la Paz Elizalde González; 40 años más tarde se convirtió, también, en la primera académica de la institución en obtener la máxima distinción del Sistema Nacional de Investigadores: Investigadora Nacional Emérita.
Fue, asimismo, la primera científica de la BUAP en patentar sus hallazgos en México y en el extranjero, un total de seis, desde 2002, en Alemania, España, Estados Unidos y México. Este año prevé lograr la séptima con los resultados de un proyecto de impacto mundial: la captura y recuperación del gadolinio contenido en el medio de contraste usado en imagenología por resonancia magnética nuclear. Este fármaco es desechado en la orina de los pacientes y llega a los sistemas acuáticos porque las plantas de tratamiento no lo retienen, como evidencia el aumento de la concentración de gadolinio antropogénico en mares, ríos y lagos.
Especialista en el desarrollo de nuevos materiales para adsorción e híbridos para fotocatálisis, la doctora Elizalde tiene una importante producción científica plasmada en más de 90 artículos publicados en revistas indizadas, con más de 2 mil citas. Asimismo, en su prolija carrera académica se ha destacado por la formación de recursos humanos altamente competitivos que hoy se desempeñan en diferentes centros e instituciones del mundo.
Doctora en Química, grado que obtuvo en 1981 a la edad de 27 años en la Universidad Estatal de Moscú MV Lomonosov, con una tesis dirigida por el reconocido científico en el campo de la adsorción y la cromatografía, AV Kiselev, es profesora investigadora del Centro de Química del Instituto de Ciencias, donde actualmente desarrolla proyectos a tres niveles de importancia: nacional, global y de frontera.
La patente que podría registrar este año soluciona dos problemas: uno, que el gadolinio no circule suelto en agua residual; y otro, recuperarlo en un frasco cerrando el círculo de un proyecto perfecto. “Tal vez no se logre recuperar con la pureza deseada, pero ese no sería el enfoque de la patente, sino su recuperación que ya es suficiente como invención de un procedimiento. Más adelante puede derivarse la purificación con otra idea original”.
En su ya larga biografía científica, María de la Paz Elizalde ha sido distinguida con diversos reconocimientos, como las medallas al Mérito Académico Luis Rivera Terrazas, al Desempeño y Trayectoria Docente y Herminia Franco, en 2014, 2015 y 2017, respectivamente.
Sin embargo, uno de sus mayores logros, de lo cual se siente orgullosa, es la formación de recursos humanos: “Estoy segura que mis exalumnos producirán un efecto multiplicador a lo ancho y largo del país. Ellos demostrarán que la educación superior puede transformar la vida de los seres humanos, convertirlos en individuos felices dedicados a la ciencia y en ciudadanos útiles”.
Así también, “por la oportunidad que han tenido mis estudiantes mujeres para graduarse de un posgrado, a la par de su responsabilidad como madres, ya que ellas continuarán por el camino de la ciencia y sus hijos abrirán sus propias alas.”.
Y es que para esta destacada investigadora, “es indiscutible la relación que tiene el progreso de un país con sus universidades, donde ocurre la formación de profesionistas efectivos, y la generación y transmisión de conocimientos”.