El Financiero
La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) mantuvo la tasa de interés en el rango objetivo de 0.0 a 0.25 por ciento, pero aceleró el retiro de estímulos monetarios a 30 mil millones de dólares, desde los 15 mil millones actuales, y además prevé tres incrementos en la tasa de interés de referencia en 2022.
El banco central también ajustó sus pronósticos económicos, en los que espera un menor crecimiento para este año y un mayor incremento en los precios al consumidor para 2021 y 2022.
El banco central planea que el programa de compra de activos sea eliminado a inicios del siguiente año, y ya no en la segunda mitad de 2022, como se esperaba.
El dot plot, gráfico de puntos, que refleja la estimación de los miembros de la Fed sobre la tasa de interés, anticipa que la tasa de los Fondos Federales subirá tres veces en 2022, y la media se ubicó en 0.875 por ciento, que implica tres aumentos de 25 puntos.
Impactos en México
Los analistas señalaron que las nuevas perspectivas planteadas por la Fed podrían impactar en la economía mexicana. Jacobo Rodríguez, director de análisis económico de BW Capital, estimó que el nuevo escenario fortalecería al dólar el próximo año, lo que depreciaría al peso mexicano.
“Para el siguiente año se plantea un escenario en el que las tasas de interés de mercado aumenten y se vea cierta debilidad en el peso mexicano. El aumento de las tasas pudiera impactar de manera negativa al desempeño de la economía mexicana por menor disposición al consumo y a la inversión. Todavía con bajas probabilidades, pero el fantasma de la estanflación aún se mantiene”, expresó.
Alain Jaimes, analista económico de Signum Research, dijo que este escenario pondría presión para Banxico, adicional a la de la inflación, para seguir endureciendo su política monetaria. Añadió que el recorte del PIB en EU también podría acarrear menos dinamismo para México.
Mientras, el peso se recupera
El peso se apreciaba ayer tras el anuncio de la Fed. Finalizó la jornada con una recuperación de 0.75 por ciento, a 21.1056 unidades, según datos de Banco de México.
“La apreciación del peso se concentró en las horas posteriores al anuncio de política monetaria de la Reserva Federal, el cual estuvo en línea con las expectativas del mercado, pues se anticipaba un lenguaje menos flexible, esto permitió que se redujera la incertidumbre en los mercados financieros globales”, indicó Gabriela Siller, directora de análisis económico de Banco Base.
En tanto, el Dow Jones repuntó 1.08 por ciento, mientras que el S&P 500 y el Nasdaq subieron 1.63 y 2.15 por ciento, respectivamente. Por el contrario, en México, el índice bursátil de referencia, el IPC, retrocedió 0.15 por ciento, y el FTSE BIVA perdió 0.14 por ciento.
Cómo EU podría darle ‘en la torre’ a México
Pero esto no es todo, el mundo enfrenta una inflación crítica que no perdona. En México se ubicó en 7.37% a tasa anual durante noviembre, el nivel más alto en dos décadas y continúa fuera del rango objetivo de la propia autoridad monetaria. Mucho dependerá de las disrupciones en los procesos productivos, principalmente en las manufacturas, así como las nuevas cepas del coronavirus.
América Latina tampoco la está pasando bien. Mientras la región sale de su peor crisis económica en dos siglos, el lento crecimiento ha sido un revés para los esfuerzos por reducir la pobreza. Además, el Plan de Infraestructura en EU podría impactar en los precios en 2022, principalmente en los insumos de la construcción.
El ciudadano lo resentirá también en materia de salario. ¿Qué pasa con los productos base para el país, como tortilla, carne, gasolina? Analizamos la situación en el país, EU y América Latina.
El crecimiento acelerado de los precios al consumidor lo enfrenta el mundo entero debido a efectos directos e indirectos de la pandemia y de las medidas de apoyo al gasto, especialmente en las economías avanzadas. Además, se suma la falta de insumos, como los semiconductores, indispensables para industrias como la eléctrica y la automotriz.
En México, la interrupción de actividades productivas propició cuellos de botella que se han visto ampliados por una reasignación del gasto de los hogares de servicios hacia bienes de consumo duradero, además de mayores costos de transporte e incrementos en los precios de materias primas.
El INEGI reportó que noviembre que la inflación se ubicó en 7.37 por ciento, y recientemente el propio subgobernador de Banco de México, Jonathan Heath, estimó que el nivel general de precios cerraría este año cerca del 7.3 por ciento, lo que implicaría el mayor aumento en dos décadas.
El Banco de México (Banxico) ha elevado en cuatro ocasiones al hilo la tasa de interés de referencia —la cual, actualmente, se ubica en 5 por ciento— para tratar de contener los riesgos que suponen una inflación fuera del rango objetivo de la propia autoridad monetaria (3 por ciento con un punto porcentual de diferencia), y ha reiterado que las presiones vistas en el nivel general de precios en meses recientes son transitorias, pues prevé que serán disipadas hacia la segunda mitad del 2022.
Expertos en materia económica han coincidido en que, la mayor parte de las presiones inflacionarias obedecen a factores externos, y no descartan que el Plan de Infraestructura en Estados Unidos podría impactar en los precios el año entrante, principalmente en los insumos para la construcción.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmó un proyecto de ley de infraestructuras, el cual sobrepasa el billón de dólares, con la finalidad de ampliar y rehabilitar puentes y carreteras en mal estado, así como mejorar el acceso a internet, lo que supone creará más puestos laborales en el vecino país del norte.
No obstante, esta medida podría presionar los costos de algunos insumos de la construcción en nuestro país, ante el inminente incremento en la demanda de estos productos en Estados Unidos.