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Lizzet Pérez
Este domingo, el obispo auxiliar, Tomás López Durán, presidió la misa en la catedral de Puebla, en la que dedicó su oración por el joven Jaime Jonathan a quien le arrebataron la vida durante su trayecto mientras se dirigían a Tepeaca.
López Durán ofreció la ceremonia en ausencia del arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, quien se encuentra en proceso de recuperación tras su cirugía.
En su homilía, el obispo centró su mensaje en Jesús e invitar a los fieles católicos a transitar como él, pasando por este mundo, haciendo el bien.
“Por eso su estilo de vida sigue una contracorriente con el mundo”, porque él viene a mostrarnos un proyecto de vida, no de muerte.
Durante su lectura, subrayó la importancia de “no ser igual que los enemigos, sino igual que Jesús”, por lo que hoy en día resuenen sus enseñanzas ante todo el mundo para vencer el mal con el bien.
Por último, reiteró que el Señor invita a seguirlo y esto implica ir detrás de él, pisar sus mismas huellas, aprender, actuar y sufrir de él, lo que busca es liberarlos del odio y rencores que son los efectos más enfermizos del pecado.
