El Economista
Tres funcionarios del Fondo Monetario Internacional (FMI), plantearon esta semana la necesidad de un marco regulatorio global para las criptomonedas. El objetivo principal, explican, es la prevención de delitos con bitcoin (BTC) y otros activos digitales.
Los tres directivos de la organización multilateral, Tobias Adrian, Dong He y Aditya Narain; propusieron a la Junta de Estabilidad Financiera del FMI que desarrolle un marco global de regulaciones. El objetivo sería proporcionar «un enfoque integral y coordinado» para seguirle la pista a las operaciones ejecutadas con BTC y otras criptomonedas
A juicio de los funcionarios, las criptomonedas, caracterizadas por su capacidad transfronteriza e intersectorial, limitan la efectividad de los enfoques nacionales para su regulación. Es por eso que hay países adoptando estrategias diferentes, que —de acuerdo con las palabras de los mencionados directivos— pueden terminar impidiendo la cobertura integral de esos activos.
Los directivos aprovecharon para hablar del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), que recientemente actualizó su guía para regular a bitcoin. No obstante, aclaran que, si bien esta y otras propuestas de regulación son «útiles», «no están lo suficientemente coordinadas hacia un marco global para administrar los riesgos contra la integridad financiera y del mercado, la estabilidad financiera y la protección del consumidor e inversionista».
Las propuestas, inconcebibles desde el ecosistema de Bitcoin
Los funcionarios del FMI enlistaron los aspectos que el marco regulatorio propuesto debe contener para hacerlo global. Para esto, se basan en los delitos de corrupción, lavado de dinero y financiamiento al terrorismo que se pueden cometer con las criptomonedas. Vale aclarar que éstas juegan un papel muy pequeño cuando se trata de las mencionadas acciones, según la organización internacional de pagos Swift.
Entre lo que apuntan, hay propuestas que ya se han aplicado en varios países y que cuentan con el respaldo de empresas representativas del ecosistema, como Binance. El exchange más popular según su volumen de comercio, este año pidió una regulación clara para BTC, hecho reportado por CriptoNoticias.
Por ejemplo, dicen que quienes prestan servicios relacionados con criptomonedas, como monederos digitales, exchanges y demás, deben tener, según éstos tres directivos, una licencia o autorización para poder operar. Según explican, los criterios a seguir para conceder tales permisos «deben estar claramente articulados» y las autoridades de los países previamente designadas.
Los requisitos, continúan, «deben adaptarse a los principales casos de uso de criptoactivos y stablecoins». Así, los servicios y productos para inversiones —si se llevan a cabo las regulaciones globales solicitadas por Tobias Adrian, Dong He y Aditya Narain— deberán cumplir con las mismas obligaciones de los corredores y agentes de valores, además de estar supervisados por el regulador pertinente.
En tanto, los servicios y productos para pagos con criptomonedas deberían cumplir, según ellos, los requisitos similares a los de los depósitos bancarios y, además, ser supervisados por el Banco Central o la autoridad de supervisión de pagos de cada jurisdicción.
«Independientemente de la autoridad inicial para aprobar servicios y productos ligados a las criptomonedas, todos los supervisores, desde los bancos centrales hasta los reguladores de valores y bancarios, deben coordinarse para abordar los diversos riesgos que surgen de los usos diferentes y cambiantes», apuntan.
Proponen, además, que las autoridades proporcionen los requisitos claros a las instituciones financieras ya reguladas con respecto a su exposición y compromiso con las criptomonedas.
«Por ejemplo, los reguladores apropiados de banca, valores, seguros y pensiones deberían estipular los requisitos de capital y liquidez y los límites de exposición a diferentes tipos de estos activos, y exigir evaluaciones de riesgo y de idoneidad de los inversionistas», indicaron.
Si, en tanto, las entidades reguladas prestan servicios de custodia, los requisitos tendrán que aclararse para que aborden los supuestos riesgos que surgen a partir de esa función.
Algunos mercados emergentes y economías en desarrollo enfrentan riesgos más inmediatos y agudos de sustitución de divisas a través de criptoactivos. Las medidas de gestión del flujo de capital deberán ajustarse frente a las criptomonedas. Esto se debe a que la aplicación de herramientas regulatorias establecidas para administrar los flujos de capital puede ser más desafiante cuando el valor se transmite a través de nuevos instrumentos, nuevos canales y nuevos proveedores de servicios que no son entidades reguladas.
Para los expertos del FMI mencionados en este texto, toda la propuesta de regulación de bitcoin es una «necesidad urgente» y requiere colaboración y cooperación transfronteriza «para abordar los desafíos tecnológicos, legales, regulatorios y de supervisión».
Los activos digitales, dicen, están cambiando potencialmente el sistema monetario y financiero internacional de manera profunda. Por eso, el FMI desarrolló una estrategia «para seguir cumpliendo su mandato en la era digital».
«El Fondo trabajará en estrecha colaboración con la Junta de Estabilidad Financiera y otros miembros de la comunidad reguladora internacional para desarrollar un enfoque regulatorio eficaz para los criptoactivos», finalizan.
La propuesta de estos directivos no es nueva, sobre todo si se toma en cuenta que este mismo año ha habido varios pronunciamientos a favor de regular las criptomonedas.
Tal como lo reseñamos en CriptoNoticias en abril, Gita Gopinath, economista jefe del Fondo, dijo que las criptomonedas son una realidad que no puede negarse y, por lo tanto, se necesitan acuerdos para lograr su regulación.
Es lógico, pues para el FMI, el ecosistema de las criptomonedas es el segundo tema de interés mundial a nivel financiero, tal como quedó registrado en una publicación de este periódico.