El Financiero
El petróleo y el oro encabezaron un amplio repunte de las materias primas después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, anunciara que reconocerá dos autoproclamadas repúblicas separatistas en el este de Ucrania y planea enviar allí a sus soldados, en una dramática escalada del conflicto.
El crudo West Texas Intermediate subió alrededor de un 3 por ciento desde el viernes, luego de no cerrar el lunes debido a una caída en Estados Unidos, mientras que el oro tocó un máximo de ocho meses.
El enfrentamiento cada vez más intenso y la respuesta de EU y Europa, tiene el potencial de hacer rodar los mercados de materias primas. Rusia es un importante productor de petróleo, gas, aluminio y trigo, que también cultiva Ucrania. La empresa rusa de aluminio United Rusal International PJSC cayó más de un 20 por ciento en Hong Kong en medio del nerviosismo por posibles sanciones.
Las tensiones por Ucrania se suman a un repunte vertiginoso del petróleo que ha sido impulsado por la incapacidad de la oferta para mantenerse al día con el aumento constante de la demanda y la reducción de los inventarios mundiales. Mientras tanto, las esperanzas de barriles adicionales de Irán penden de un hilo mientras se prolongan las negociaciones nucleares.
“El mercado del petróleo seguirá estando al filo de la navaja en los próximos meses”, dijo Sri Paravaikkarasu, líder de petróleo de Asia en FGE, en una entrevista de Bloomberg TV. “Podríamos ver que los precios superan la marca de 100 dólares por barril muy rápidamente e incluso tiene una ventaja de 10 dólares por barril si comenzamos a ver que la mayoría de las sanciones se imponen a las exportaciones de petróleo rusas”.
Precios
El WTI para entrega en abril ganó un 2.8 por ciento desde el viernes a 92.71 dólares el barril en la Bolsa Mercantil de Nueva York a las 12:18 p. m. en Singapur después de subir hasta un 4.3 por ciento anteriormente.
No hubo liquidación el lunes debido al feriado del Día de los Presidentes en los EU, y las transacciones se registrarán este martes.
Los futuros de marzo, que vencen el martes, subieron un 3.1 por ciento.
El Brent para abril avanzó un 1.3 por ciento a 96.67 dólares en la bolsa ICE Futures Europe después de cerrar un 2 por ciento más elevado el lunes.
América Latina no es la excepción
Varios países de la región ya están viendo serios impactos en sus perspectivas de crecimiento y un aumento de la inflación.
“Un mayor precio en el petróleo va a tener implicancias tanto del lado de la oferta como de la demanda. Existen envíos muy limitados de crudo ruso a la región latinoamericana, pero evidentemente cualquier disrupción en la oferta global tiene impacto en el resto de los crudos”, le explica a BBC Mundo Ixchel Castro, gerente para Latinoamérica de Petróleos y Mercados de Refinación de la consultora Wood-Mackenzie.
Que el precio del petróleo suba, no es necesariamente una buena noticia para todos los productores de crudo de América Latina.
Brasil y México son los principales productores en el continente, mientras Venezuela, Ecuador, Colombia y Argentina también producen, aunque en menor medida.
“Para ellos, es bueno que el precio suba pero en realidad no lo es tanto”, le dice a BBC Mundo Fernando Valle, analista senior de petróleo y gas de Bloomberg Intelligence en Nueva York.
“Porque aunque no es positivo tener un precio muy bajo, cuando asciende por arriba de los US$80 el barril es un problema muy grande por la inflación de precios para el consumidor”.
“Por más que empresas estatales como Petrobras (Brasil) o Pemex (México) tengan más dinero, no es suficiente para poder reducir el impacto hacia el consumidor. Y para los gobiernos es muy importante que no suban tanto los precios”, agrega.
Frente a lo anterior, es importante tener en cuenta que muchos países productores necesitan igualmente importar gasolina. Es el caso de México, que se ve obligado a importar gasolina desde Estados Unidos porque no tiene la capacidad de refinación necesaria para abastecer su demanda interna.
Así, la subida del barril puede tener efectos mixtos.
Pero, mirando al futuro, Ixchel Castro cree que el hecho de que hoy haya precios cercanos a los US$100 por barril es un reconocimiento de que al mundo le sigue haciendo falta crudo.
“Y ahí la gran ventaja es que, si vemos las áreas de crecimiento de la oferta de crudo a nivel global, América Latina está posicionada como una de las regiones más importantes en las siguientes dos décadas”, dice.
Así, agrega, cualquier transición energética “debería ir acompañada de descubrimientos de nuevos yacimientos y de producción”. Y en eso, América Latina podría verse beneficiada.
Como contraparte, el alza en precio del barril es un fenómeno negativo para los países que son importadores únicamente, como es el caso de Chile o Perú.
“Es un problema porque todo es más caro”, dice Fernando Valle.
“La energía es la base para todo entonces cuando elevas ese precio también se eleva el precio de las exportaciones”, añade.
Según advirtió hace unos días la consultora inglesa Capital Economics, esto podría generar un mayor endurecimiento de la política monetaria de estos países y conducir a una importante inflación.
“Buena parte de nuestros países de la región siguen siendo importadores de crudo y van a ver un impacto de precios más altos para sus consumidores”, dice Ixchel Castro.
“Un impacto sostenido en estos precios, sin ningún tipo de intervención gubernamental, puede impactar no solo el precio del combustible sino toda la cadena de valor, que son los alimentos, materias primas, etc”, agrega.
La experta asegura que esto puede retrasar la recuperación de la economía post pandemia y el regreso al funcionamiento de las cadenas productivas que se han visto afectadas en los últimos dos años.