Sin Embargo
Las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPyMES) de México se vieron obligadas a implementar medidas económicas de supervivencia para sortear la pandemia, como lo fueron recortes de personal y apoyos financieros públicos y privados, o incluso ajuste de precios, reducción de la producción, entregas a domicilio y uso de redes sociales.
2020 fue difícil para los negocios. A nivel nacional, 1 millón 10 mil 857 MIPyMES de los sectores privado y paraestatal cerraron definitivamente sus puertas y así, 2 millones 966 mil 965 personas perdieron su empleo.
En contraste, 3 millones 846 mil 150 MIPyMES sobrevivieron a la crisis económica, pero tuvieron que recortar 1 millón 149 mil 494 plazas, además de adoptar una serie de estrategias productivas y comerciales, así como solicitar y conseguir apoyo financiero.
La suma de empleos perdidos en 2020 no fue menor, toda vez que la masa de trabajadores desocupados equivalió a la tercera parte (28.1 por ciento) de las personas que laboraban en MIPyMES al cierre de 2019, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi).
Por su parte, los sobrevivientes (12 millones 842 mil 738 empleados de las más de 3.8 millones de MIPyMES que aguantaron la recesión económica) tuvieron que ajustarse a nuevas condiciones laborales y a un mercado que se vio obligado a cambiar, ya fuera por las restricciones del consumo derivado de la reducción de la movilidad social, problemas en las cadenas de suministro por el cierre de fronteras y otros factores económicos adversos, como lo son la inflación, el tipo de cambio, la desocupación laboral a nivel nacional y la depresión del gasto de los hogares, por mencionar algunos ejemplos.
La supervivencia de las MIPyMES dependió de dos factores clave, sin considerar el recorte de plazas: el financiamiento público y privado, además de la adopción de estrategias, entre las que destacan ajuste de precios, reducción de la producción, entregas a domicilio y uso de redes sociales.
En un contexto en que la crisis económica agravada por la pandemia de coronavirus afectó a nueve de cada 10 empresas a nivel nacional, de acuerdo con la ECOVID-IE 2021, el Inegi reportó que el 10.6 por ciento de las MIPyMES sobrevivientes (407 mil 408 negocios) tuvo acceso a algún tipo de apoyo financiero, mientras que el 63.4 por ciento de ellas (2 millones 439 mil 955 negocios) adoptó cambios de estrategia productiva y comercial.
El 1.7 por ciento de las MIPyMES que obtuvieron algún apoyo financiero (7 mil 108 negocios) resolvió su situación económica con flujo de capital proveniente de propietarios o socios de la empresa, de acuerdo con datos del Estudio sobre la Demografía de los Negocios (EDN) del Inegi.
El financiamiento de propietarios o socios para la supervivencia de MIPyMES fue más la excepción que la regla en 2020. La mayor parte de los micro, pequeños y medianos negocios que aguantaron la recesión económica con apoyos financieros fue porque tuvieron acceso a programas de gobierno. El 32.3 por ciento de las MIPyMES sobrevivientes (131 mil 643 negocios) salió a flote con este tipo de flujo de capital.
De acuerdo con la Cuenta Pública de 2020, el Gobierno federal devengó 73 mil 279 millones 714 mil pesos en subsidios a través de dos programas: el de “MIPyMES productivas y competitivas” y el de “Apoyo Financiero a Microempresas Familiares”.
Esta cifra, en proporción con el número de MIPyMES y microempresas, según cada caso, supone un apoyo proporcional de 8 mil pesos por cabeza, que en una sola exhibición anual resultaría insuficiente para sostener un negocio durante un año de notoria contracción económica.
Asimismo, aún y cuando todos hubieran recibido los 25 mil pesos de crédito del “Programa de Apoyo Financiero a Microempresas Familiares” que anunció López Obrador, la cantidad de dinero seguiría siendo insuficiente para impulsar la economía de los hogares que dependen de MIPyMES formales o informales.
Además de los apoyos referidos, el Gobierno devengó 2 mil 294 millones 664 mil pesos en 2020, a través del “Programa de Microcréditos para el Bienestar”, que implicó un apoyo de 6 mil pesos por cada beneficiario, de acuerdo con la Secretaría de Economía.
Después del financiamiento a través de programas de gobierno, la segunda fuente más importante de recursos para las MIPyMES sobrevivientes fueron las ayudas de familiares o amigos. El 28.3 por ciento de las MIPyMES con acceso a apoyos (115 mil 222 negocios) contó con a este tipo de flujo de capital.
A las ayudas de familiares o amigos siguieron los apoyos financieros de bancos, a los que accedieron 13.1 por ciento o 53 mil 169 negocios; de prestamistas privados, que apoyaron al 9.1 por ciento o 36 mil 933 MIPyMES; de cajas de ahorro, que beneficiaron al 8.4 por ciento o 34 mil 401 negocios; y de proveedores, cuyo apoyo ayudó al 5.8 por ciento, o el equivalente a 23 mil 472 negocios.
De acuerdo con el Inegi, entre los principales obstáculos para tener acceso a financiamientos estuvieron, en mayor o menor medida, las altas tasas de interés, la falta de disposición de los proveedores para otorgar créditos, el alto riesgo de no poder pagar los adeudos y el alto grado de endeudamiento previo de las empresas, así como la carencia de garantías o colateral para acceder a préstamos.
Asimismo, los resultados de la ECOVID-IE 2021 indican que entre las políticas de apoyo que requieren las empresas —además del acceso a nuevos créditos y de las transferencias en efectivo— están los apoyos fiscales y el aplazamiento de pagos a créditos o servicios.
El 99.8 por ciento de los establecimientos (o locales) del sector privado y paraestatal pertenece al sector de las MIPyMES, representan ocho de cada 10 unidades económicas (o entidades productivas) que existen a nivel nacional.