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El número de muertos confirmados de coronavirus en todo el mundo superó los 500,000, según la Universidad Johns Hopkins, de Estados Unidos
BBC Mundo
El virus surgió en China a fines de 2019 y se extendió por todo el mundo.
Hasta ayer, 28 de junio, a nivel global se registraban más 500,000 muertes por causa de la enfermedad.
La mitad de los casos del mundo se han registrado en Estados Unidos y Europa, pero el número de contagios está creciendo rápidamente en toda América.
En América Latina el ritmo de nuevas infecciones se ha acelerado desde mediados de mayo, y está aumentando especialmente en Brasil, México y Chile, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El virus también está afectando al sur de Asia y África, donde se espera que llegue a su punto máximo a finales de julio.
India ya ha reportado más de medio millón de casos.
La expansión del virus
Los brotes todavía se están extendiendo en muchas partes del mundo, con un millón de casos nuevos registrados en los últimos seis días.
Entre el 27 y el 28 de junio, la OMS reportó un número récord de infecciones diarias, con 189,077 nuevos casos.
Estados Unidos ha reportado el mayor número de casos: 2.5 millones y 125,000 muertos. El mayor número de contagios en EE.UU. se han registrado en los estados que han levantado las medidas de confinamiento, especialmente en el sur del país.
El aumento ha llevado a los funcionarios de Texas, Florida y otros estados a volver a endurecer las restricciones a los negocios.
Brasil es el país con el segundo mayor número de casos registrados: 1.3 millones, y más de 57,000 muertes.
A pesar de una ola de nuevas infecciones, el estado de Río de Janeiro ha dicho que permitirá que los estadios de futbol reabran al público a partir del 10 de julio.
El domingo, China impuso un estricto cierre cerca de Pekín para frenar un nuevo brote. A casi medio millón de personas se les prohibirá viajar dentro y fuera del condado de Anxin en la provincia de Hebei.
Japón y Corea del Sur reportaron nuevos focos de contagios, mientras que Irán, el país más afectado en Medio Oriente, informó que planea hacer obligatorio el uso de mascarillas.
La OMS reiteró su llamado “urgente” a “hacer todo lo que podamos con las herramientas que tenemos ahora para suprimir la transmisión y salvar vidas”.
Hasta la fecha no existe una vacuna ni una cura para el covid-19.
5 factores que convirtieron a AL en el epicentro Covid
A miles de kilómetros del foco original en China y con un océano de por medio con el entonces vapuleado sur de Europa, América Latina disponía de algunas ventajas para gestionar la pandemia del nuevo coronavirus.
La región registró oficialmente su primer caso el 26 de febrero y, un mes más tarde, cuando Italia ya superaba los 60,000 contagios y los 6,000 muertos, el país latinoamericano más golpeado era Brasil, con apenas 25 fallecidos.
Ese mes, casi al mismo tiempo que lo hacía España, varios gobiernos de la región como los de Perú, El Salvador, Panamá, Argentina, Chile, Colombia y Venezuela, entre otros, empezaron a aplicar fuertes medidas de distanciamiento social y de restricción de la movilidad de los ciudadanos para evitar los contagios.
Tres meses más tarde, cuando los países en Europa están levantando las limitaciones y comienzan a entrar en la nueva “normalidad”, la mayor parte de los países de AL no sólo están lejos de poder hacer lo mismo, sino que se han convertido en el nuevo epicentro de la pandemia.
Entre los 15 países del mundo con mayor número de casos confirmados hay cuatro latinoamericanos: Brasil, Perú, Chile y México, de acuerdo con cifras de la Universidad John Hopkins de EE.UU. actualizadas al 17 de junio.
¿Qué ha pasado?
1.- ¿Cuarentenas mal sincronizadas?
La mayor parte de los gobiernos de América Latina fueron diligentes en la aplicación de confinamientos forzosos para evitar la propagación del virus.
Sin embargo, para que estas medidas resulten plenamente eficaces deben usarse en el momento adecuado.
2. Contagios importados
La fuerza con la que irrumpió el coronavirus en Europa -principalmente en Italia y España- generó un fuerte temor entre muchos latinoamericanos que residían en el Viejo continente, quienes optaron por regresar masivamente a sus países de origen y, en algunos casos, trajeron el virus con ellos.
3. Fallas en el sistema de salud
Aunque muchos gobiernos latinoamericanos utilizaron los confinamientos para ganar tiempo y tratar de poner a punto sus sistemas de salud -en muchos casos pobremente dotados- se trataba de un objetivo cuesta arriba.
“Hay países que han fortalecido su capacidad hospitalaria y diagnóstica, otros no han podido adaptarse a la velocidad a la que está creciendo el virus. Eso puede suceder en Brasil o México, que creo que no están haciendo la cantidad de pruebas que se esperaría”, señala Álvarez.
4. Un mensaje poco claro
Mantener a la población bien informada con mensajes claros y coherentes es un elemento fundamental para que la lucha contra la pandemia funcione. Sin embargo, al parecer, ese no siempre ha sido el caso.
El doctor Eduardo Gotuzzo señala que en Perú había personas que no sabían cómo usar las mascarillas o lo hacían de forma descuidada, por lo que estas no cumplían su función.
Lo mismo vale para las instrucciones relacionadas con la necesidad de guardar distanciamiento social o de evitar aglomeraciones, pues muchas personas seguían haciendo reuniones con sus familiares y amigos.
5. Una economía precaria
El estado precario de la economía de los países latinoamericanos es para los expertos un elemento central a la hora de explicar por qué en la región las duras medidas de confinamiento no han tenido los mismos resultados que en Europa.
“Estamos experimentando un aumento muy importante de casos en muchos países. Esto probablemente tiene que ver con los retos que enfrentan los países de América Latina con la pobreza, la economía informal y las dificultades para aplicar las medidas de distanciamiento social”, dijo Jarbas Barbosa, subdirector de la Organización Panamericana de la Salud, a BBC Mundo.
Carlos Arturo Álvarez señala que las medidas de confinamiento son muy difíciles de cumplir en América Latina.
“Muchos de los empleos son informales y la gente no se puede quedar en su casa a esperar a que les llegue el salario. Al mismo tiempo, los gobiernos de la región no tienen la capacidad para tener una estrategia para sostener económicamente a la población como ocurre en otras partes del mundo.”, afirma.
Gotuzzo destaca cómo, paradójicamente, en Perú el pago de una ayuda social a las familias más pobres pudo haber servido para expandir los contagios, pues las personas debían acudir a sucursales bancarias para hacer efectivo el cobro.
El experto considera que los grandes mercados populares también se convirtieron en centros de contagio pues los trabajadores informales -sin ahorros para quedarse en casa- debían salir cada día a trabajar pero también a comprar lo que necesitaban y en esas grandes aglomeraciones se infectaban y luego contagiaban a sus familias.
El problema, claro está, es que para esas poblaciones necesitadas quedarse en casa tampoco era una posibilidad real.