Biden anuncia fuertes sanciones en respuesta a lo que ya considera “el principio de la invasión”. El G-27 lanza medidas que incluyen: prohibición al Estado y Gobierno ruso de acceder a mercados financieros europeos y un embargo comercial a las 2 regiones separatistas
Una guerra representaría la mayor crisis de seguridad en Europa desde el final de la Guerra Fría y podría amenazar la vida de decenas de miles de personas
EL CANCILLER alemán, Olaf Scholz, ha anunciado este martes que ha dado la orden de paralizar los trámites de autorización del gasoducto Nord Stream 2 que conecta Rusia con Alemania a través del Báltico
El País
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha realizado una corta, pero contundente, comparecencia después de los últimos movimientos de Putin y de la ronda de sanciones aprobada por la UE de manera unánime. “Si Rusia tiene preparado un nuevo movimiento, nosotros también”, ha dicho. “Este es el principio de la invasión de Ucrania”, ha agregado Biden que también ha lanzado un aviso: “Defender la libertad tendrá costes para nosotros en casa”. Por su parte, Vladímir Putin ha recibido del parlamento su aprobación para emplear las tropas fuera de sus fronteras, como ya ocurrió en 2014 con la invasión de Crimea. La Unión Europea asestará el primer castigo a Rusia por la nueva agresión a Ucrania con un primer paquete de sanciones, aprobado este martes. El primer ministro británico, Boris Johnson, ha anunciado que el Reino Unido también sancionará a cinco bancos rusos y tres oligarcas. Cualquier activo que posean en el país británico se congelará y las personas sancionadas no podrán viajar al país. “Rusia ha entrado en el Donbás y para nosotros el Donbás es territorio de Ucrania”, ha subrayado el jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell.
La Unión Europea y Estados Unidos han asestado este martes los primeros golpes políticos y económicos a Rusia como represalia por la decisión del presidente Vladímir Putin, de reconocer la independencia de una parte de Ucrania, controlada desde hace años por separatistas prorrusos, y de enviar tropas a la zona, gestos que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha calificado por primera vez como “el principio de la invasión”. Tras sendas baterías de medidas, ambos se reservan la posibilidad de imponer sanciones aún mayores a Rusia si Putin extiende el conflicto al resto del país, en una guerra que supone la mayor crisis de seguridad en Europa desde el final de la Guerra Fría y que amenaza la vida de decenas de miles de personas.
Biden ha comparecido en la Casa Blanca para ofrecer uno de los discursos más importantes de su mandato, en el que ha anunciado, después de semanas de advertencias, la “primera batería de sanciones” contra Rusia, tras su decisión, dada a conocer el lunes, de reconocer la independencia de las regiones separatistas del este de Ucrania, Donetsk y Lugansk. Las medidas contra Moscú incluyen el bloqueo de las operaciones de dos poderosas instituciones financieras: el Banco de Desarrollo Ruso (Vnesheconombank o VEB) y el Banco Militar. El presidente estadounidense también ha prometido cortar “las vías de financiación de la deuda soberana”. Y ha advertido que se han diseñado acciones dirigidas “contra las élites de la sociedad rusa y sus familias”. También ha anunciado que moverá tropas que están destacadas en Europa para reforzar la defensa de los países Bálticos, Estonia, Letonia y Lituania. “Aunque no tenemos intención de pelear con Rusia”, ha añadido.
“Moscú pagará un precio aún más alto si continúa por ese camino”, ha dicho Biden, que ha hablado con 80 minutos de retraso sobre la hora prevista. “Todavía hay tiempo para evitar el peor escenario, que provocaría sufrimiento a millones de personas si [Rusia] actúa como todo indica. EE UU y nuestros aliados seguimos abiertos a la diplomacia, si es seria”, ha afirmado.
Antes, los ministros de Exteriores de la UE, convocados a una reunión extraordinaria en París por el jefe de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell, han dado el visto bueno por unanimidad a una primera batería de sanciones que incluye la prohibición de entrada en territorio comunitario a decenas de altos cargos y políticos rusos, el veto a ciertas entidades financieras y al Estado ruso para operar en el mercado financiero y el sector servicios europeo, y un embargo comercial a las dos provincias ucranias declaradas en rebeldía.
El veto y la congelación de bienes europeos afecta a los 351 diputados del Parlamento ruso que apoyaron el reconocimiento de la independencia, a 37 altos cargos y entidades del sector de la defensa y de las finanzas, según ha detallado Borrell al término del consejo de ministros de Exteriores. “Las sanciones no tienen efectos milagrosos, pero las sanciones hacen daño económicamente y hacen daño a las personas afectadas”, ha señalado al pronosticar que “el paquete de sanciones golpeará a Rusia y la golpeará muy fuerte”. “La grave violación [del orden internacional] cometida por Rusia no se quedará sin respuesta”, ha agregado.
Tras la luz verde política de los ministros de Exteriores, el plan de sanciones se tramitará y aprobará rápidamente. Y se espera que esté en vigor en cuestión de días. El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, no considera necesario convocar una cumbre europea para aprobar las medidas planteadas por Borrell, según apuntan fuentes comunitarias. Michel y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, han celebrado en un comunicado “la rapidez y robusta reacción” de los 27 países de la UE.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha asegurado por su parte que dispone de pruebas de que están llegando más tropas rusas a territorio ucranio. “Ya estaban en el Donbás, porque los separatistas están controlados desde hace años por fuerzas especiales rusas, pero vemos que se están incorporando fuerzas adicionales”, ha señalado el líder de la Alianza tras una reunión extraordinaria de la comisión OTAN-Ucrania. Stoltenberg ha señalado que “Rusia ha pasado de un intento encubierto de desestabilizar a Ucrania a una acción militar”. El secretario general se ha mostrado convencido de que Moscú “sigue planeando un ataque total contra Ucrania”. Y ha subrayado que la situación “tiene graves consecuencias para la seguridad de Europa”.
El fin del tabú
Con todo, “invasión”, la palabra que el lunes parecía innombrable para la Administración estadounidense, pese a la orden del presidente ruso de Vladímir Putin de mandar tropas a las regiones separatistas del este de Ucrania de Donetsk y Lugansk, tras reconocer su independencia, ha dejado de ser tabú en Washington este martes por la mañana. El asesor adjunto de seguridad nacional Jon Finer ha reconocido en una entrevista con la CNN: “Creemos que es, sí, el principio de una invasión, la última invasión de Rusia en Ucrania”.