El Servicio Sismológico Nacional reporta en promedio 40 sismos por día, el de ayer, uno de los mayores
Agencias y Servicio Sismológico Nacional
México se encuentra en una zona de alta sismicidad debido a la interacción de 5 placas tectónicas: la Norteamérica, la de Cocos, la del Pacífico, la de Rivera y la del Caribe.
Por esta razón no es rara la ocurrencia de sismos. El Servicio Sismológico Nacional (SSN) reporta en promedio la ocurrencia de 40 sismos por día, el de la mañana de ayer, fue uno de los mayores.
El organismo dependiente del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) explicó que una placa tectónica es un fragmento de litosfera que se mueve como un bloque relativamente rígido sobre el manto superior de la Tierra.
La placa de Norteamérica
Es la placa en la que se asientan América del Norte (incluyendo a Groenlandia), los archipiélagos de Cuba y las Bahamas en el mar Caribe, la parte occidental del océano Atlántico Norte (hasta la Dorsal Mesoatlántica), la mitad occidental de Islandia, una parte del océano Glacial Ártico y el territorio siberiano al este de la cordillera Verjoyansk.
Es la placa tectónica más grande de todo el planeta.
La placa de Cocos
Es una placa que está debajo del Océano Pacífico en la costa occidental de América Central.
En el noreste limita con la Placa Norteamericana y con la Placa del Caribe, bajo las cuales es subducida, por lo cual provoca el vulcanismo y fuertes terremotos en la zona.
Las placas de Cocos y de Nazca provienen de la antigua placa de Farallón, que se fragmentó en placas menores hace cerca de 23 millones de años.
En la parte meridional de la Placa de Cocos se encuentra la dorsal de Cocos, una cordillera submarina que se extiende entre Panamá y las Islas Galápagos.
A medida que el suelo del Océano Pacífico, dentro de la placa de Cocos, se mueve hacia el este, se hunde debajo de la placa continental, creando una trinchera a lo largo de la costa sur de México.
El devastador terremoto de México de 1985 fue resultado de la subducción de la Placa de Cocos bajo la Placa Norteamericana.
Un poco más al sur, la subducción de la placa de Cocos bajo la placa del Caribe generó una serie de sismos destructivos como los de El Salvador de 2001 y de Guatemala de 2012.
El sismo de 8.2 del 7 de septiembre de 2018, el de mayor magnitud en nuestro país en lo que va del siglo XXI, tuvo su origen al contacto convergente entre las placas de Cocos y de Norteamérica.
También la ruptura de esta placa provocó el sismo en los estados de Puebla, Morelos y la Ciudad de México el 19 de septiembre de 2017.
La placa del Pacífico
Es una placa que abarca la mayor parte del Océano Pacífico.
Una de sus características principales son los puntos calientes subyacentes que originaron las islas Hawái y otros numerosos archipiélagos volcánicos.
La placa de Rivera
Es una pequeña placa tectónica localizada al oeste de México, justo al sur de la península de Baja California.
Está limitada al noreste por la zona de Fractura de Tamayo y al este por la Trinchera Mesoamericana que la separan de la placa de Norteamérica.
Se cree que la placa de Rivera se separó de la placa de Cocos hace 10 millones de años.
La subducción de esta placa bajo la Norteamericana en la fosa Mesoamericana ha sido la causante de los mayores terremotos de la historia de México, incluido el mayor terremoto en el siglo XX ocurrido el 3 de junio de 1932 en el estado de Jalisco, con una magnitud de 8.2, con una réplica de magnitud 7.8.
El 9 de octubre de 1995 ocurrió un nuevo terremoto de magnitud 7.6 debajo de la región de Jalisco, causando numerosas muertes y pérdidas materiales.
El 21 de enero de 2003 ocurrió el último terremoto, registrado hasta la fecha, cerca de Colima.
La placa del Caribe
Es una placa con una superficie de 3.2 millones de km², que incluye una parte continental de la América Central (Guatemala, Belice, Honduras, Nicaragua, El Salvador, Costa Rica, Panamá) y constituye el fondo del mar Caribe al norte de la costa de América del Sur.
La placa del Caribe colinda con la placa Norteamericana, la placa Sudamericana, y la placa de Cocos.
La placa del Caribe se mueve en dirección sureste.
En el mundo existen 14 placas tectónicas
El Centro de Investigación en Gestión de Riesgos y Cambio Climático de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach) informó que en el planeta hay 14 placas tectónicas y los contactos en estas placas es donde se disipa la energía en forma de sismo.
En un boletín mencionó que “Desde el punto de vista de los sismólogos es mejor que se presenten pequeños movimientos con regularidad, a que se acumule tanta energía como para provocar un terremoto”.
Guerrero y Oaxaca, entre los estados con más sismicidad
El estado de Guerrero es uno de los más activos sísmicamente del país. En promedio se registran 4 sismos por día.
La interacción de cinco placas tectónicas coloca a México en una zona de alta sismicidad, explicó el Servicio Sismológico Nacional del Instituto de Geofísica de la UNAM.
El temblor de ayer, 23 de junio, tuvo una magnitud de 7.5 grados Richter, localizado en las cercanías de Crucecita, en las costas del estado de Oaxaca.
El sismo, ocurrido a las 10:29 horas, fue sentido en el estado de Oaxaca, Guerrero, Chiapas, Michoacán, Jalisco, Querétaro, Morelos, Tabasco, Veracruz, Puebla, Estado de México y en la Ciudad de México.
Sismicidad histórica en la costa del estado de Oaxaca
Oaxaca es uno de los estados con mayor sismicidad en la República Mexicana, registra aproximadamente el 25% de los sismos del país.
El 7 de septiembre de 2017 ocurrió un sismo de magnitud 8.2 en el Golfo de Tehuantepec. El sismo ocasionó graves daños en la región del istmo, principalmente en poblados como Juchitán, El Espinal y Asunción Ixtaltepec. Este fue un sismo intraplaca con mecanismo normal, el cual ocurrió al interior de la placa de Cocos.
Algunos otros temblores importantes en el estado de Oaxaca, por mencionar algunos, son el del 15 de enero de 1931 de magnitud 7.8 y el del 30 de septiembre de 1999 de magnitud 7.4, los cuales se originaron en el interior de la placa Norteamericana, otros sismos importantes que han ocurrido en la región de Oaxaca son el sismo del 23 de agosto de 1965 de magnitud 7.5 y el sismo del 29 de noviembre de 1978 de magnitud 7.6.
Ambos sismos causaron daños importantes en las regiones cercanas al epicentro y varias muertes.
Acumulación de energía subterránea
Los sismos son un fenómeno recurrente, cuando se ha acumulado nuevamente suficiente energía en la frontera entre las placas ésta tendrá que liberarse mediante la ocurrencia de un nuevo sismo. Los eventos sísmicos ocurren periódicamente en las mismas regiones geográficas, a medida que pasa el tiempo en una región donde no ha ocurrido un temblor fuerte, mayor es la probabilidad de que ahí ocurra uno.
Es de esperarse que en las regiones donde ya se han presentado sismos fuertes, vuelvan a presentarse en el futuro.
El sismo del 15 de enero de 1931, con magnitud 7.8, dañó edificios públicos, así como templos y exconventos en poblaciones del Valle de Oaxaca. El último sismo que provocó daños graves en la zona fue el temblor del 30 de septiembre de 1999 de magnitud 7.5, el cual causó varios muertos en el estado de Oaxaca y daños importantes a infraestructura en viviendas, escuelas, hospitales, puentes y carreteras.
Las localidades que históricamente han sido más afectadas por sismos son Puerto Escondido, Pochutla, Puerto Ángel, Huatulco, Loxicha, Chacahua, Jamiltepec, Pinotepa Nacional, Ometepec y Miahuatlan. Es importante reconocer el riesgo de un sismo en esa región y tomar las medidas adecuadas para la mitigación de sus daños.
El estado de Oaxaca, junto con Guerrero, es uno de los más activos sísmicamente del país. En esta región, la placa de Cocos se está metiendo por debajo de la placa de Norteamérica.
En esta región se registra alrededor del 25 % de la sismicidad que ocurre en territorio mexicano. Esto se debe a la subducción de la placa de Cocos (placa oceánica) por debajo de la placa Norteamericana (placa continental). El contacto de estas dos placas tectónicas ocurre frente a las costas del Pacífico, desde el Estado de Jalisco, hasta el de Chiapas, explicó el organismo.
A pesar del avance tecnológico, que permitió ayer poner en alerta a la población con casi 2 minutos de anticipación, hasta la fecha no se cuenta con técnicas científicas en ninguna parte del mundo que puedan determinar cuándo o dónde ocurrirá un sismo, tampoco se puede saber qué tan grande será o qué efectos tendrá en la población, explica el Servicio Sismológico.
En lo que va del 2020 se ha registrado a nivel nacional poco más de 4,000 eventos sísmicos, de los cuales casi 1,300 han tenido como epicentro el estado de Chiapas, lo que representa poco más del 32% de la actividad sísmica nacional.
Guerrero, en riesgo latente de un gran terremoto
La dependencia sostuvo que en Guerrero, “hay indicios de acumulación de energía que podría disparar en uno o pequeños sismos importantes (…) Se espera que como ahí no han ocurrido temblores fuertes en casi de un siglo, suceda un evento importante”.
Algunos de los sismos importantes que han ocurrido en el estado de Guerrero son el Sismo del Ángel del 28 de julio de 1957 de magnitud 7.5, y el Sismo de Petatlán del 14 de marzo de 1979 con magnitud de 7.6.