Mitzi Barragán De la Llave
De la mano con nuevas masculinidades, de las cuales platicamos la semana pasada, el día de hoy quiero platicarles sobre participación ciudadana e igualdad como ejes para repensar en el espacio público. Asimismo, este tema lo abordaré en dos entregas por cuestión de espacio, entonces ésta es la primera parte de dos.
El querer ser parte de las decisiones que afectan en el día a día es una solicitud de hace tiempo, la ciudadanía lo ha manifestado y hay que avanzar para que realmente sean reconocidos como tomadores de decisiones válidos. En plena crisis sanitaria, observando cómo las ciudades y territorios son claves a la hora de poder manejar este contexto, el rol de las personas en la toma de decisión sobre sus comunidades cobra mucha fuerza.
Nuestras ciudades han sido reflejo de todo tipo de desigualdad, y en contexto de pandemia se han profundizado y visibilizado más. “Lo local” se vuelve protagónico, es en los barrios, a través de la solidaridad, el apoyo mutuo, la colaboración, etc., que se han cuidado, y enfatizado este concepto, pues una comunidad que se cuida entre ellas (os) practican la empatía y buscan diversas estrategias para seguir en pie, no individualmente, sino en colectivo.
En temas de tejido social, la colectividad es fundamental, se declara que las personas tienen el poder de realizar las modificaciones que requieran, las cuales irían en dirección de mejorar y asegurar el buen vivir, disminuyendo toda causa que amenace su bienestar. Los “barrios” y/o colonias, son estas instituciones que tienen un rol importantísimo y que deben estar fuertemente vinculados en el trabajo diario.
Continuará…