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Exclusivas Puebla
Una vez más, la comunidad universitaria se manifiesta en contra de las autoridades, a quienes exigen justicia y mayor seguridad, esto, luego de que este fin de semana se supo del brutal asesinato cometido en agravio de un joven estudiante de la BUAP, cuyo cadáver fue abandonado en la habitación de un Motel de Puebla capital. La víctima fue identificada como Aldo Islas, de 21 años de edad, mismo que era originario del municipio de Teziutlán, y que la semana pasada fue denunciado como persona desaparecida, aunque ya se hablaba de un secuestro, pues la familia del joven había recibido una llamada exigiéndole el pago de 6 millones de pesos por su libertad.
Fue por ello que se constituyó la carpeta de investigación 7514/2018/ZC, cuando personal del Motel Miño, ubicado en la avenida 8 Oriente 2603 de la colonia Resurgimiento, reportaron a las autoridades ministeriales sobre el hallazgo del cadáver de una persona del sexo masculino al interior de una de sus habitaciones. Al llegar al sitio, agentes ministeriales lograron comprobar que la víctima estaba atada de pies y manos, de quien se presume que, previo a su muerte, había sido torturado por sus plagiarios, para así presionar a la familia y entregaran el dinero que se les pidió. Cabe mencionar que, en su declaración, empleados del citado negocio indicaron que, desde el jueves pasado, al filo de las 15:45 horas, a ese lugar habían llegado cuatro hombres y dos mujeres, a bordo de un auto Chevrolet Aveo, de alquiler o tipo taxi, quienes pidieron dos habitaciones, por lo que les fueron entregadas las llaves de los cuartos 114 y 115. Pero, horas más tarde, el personal del lugar se pudo percatar que tres hombres y dos mujeres abandonaban el lugar, y no fue hasta el día siguiente, alrededor de las ocho de la mañana, cuando el mismo personal fue a notificar al único cliente que quedaba que el tiempo se había agotado. Al no tener una respuesta favorable, ingresaron a la habitación con la llave maestra, encontrando a la persona ya sin vida y atado de pies y manos, por lo que notificaron de inmediato a los servicios de emergencia, a través del 911. Hasta ahora, se sabe que la familia, de escasos recursos, negociaba con los secuestradores el pago de 1 millón de pesos, pero todo parece indicar que, al no poder reunir ese dinero, los delincuentes resolvieron privar de la vida al joven universitario, sin que, por el momento, las autoridades hayan precisado la manera en cómo fue privado de la vida.