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Las autoridades de la capital ecuatoriana temen que haya más fallecidos entre los restos de la riada de barro provocada por precipitaciones récord en los últimos 20 años
El fuerte aguacero en la capital coincidió con una oleada de tempestades que han afectado a gran parte del país, especialmente a algunas provincias de la sierra andina y la zona costera
LAS ABUNDANTES lluvias caídas desde el pasado viernes en el Estado de São Paulo también causaron hasta este lunes al menos 24 fallecidos, incluidos ocho niños, y graves estragos en casi una treintena de municipios
El País
Una riada de lodo denso, cargado de piedras, coches, cubos de basura y postes de luz se precipitó por el barrio de La Gasca en Quito (Ecuador) la tarde y noche del lunes dejando a su paso una vecindad arrasada y al menos 22 fallecidos. Una cifra que ha aumentado con las primeras luces del martes a medida que los equipos de rescate van desenterrando cuerpos a lo largo del aluvión. Los heridos llegan a 47 y hay también 20 personas desaparecidas por las lluvias torrenciales que cayeron en esa empinada zona del norte de la capital de Ecuador.
Hay, además, ocho casas colapsadas tras la riada. El Municipio de Quito pidió a los habitantes de la zona afectada que se quedaran “en los pisos altos de sus casas hasta que se realice la respectiva evaluación y rescate”. La lluvia desbordó los sistemas de captación de agua y alcantarillado y formó una espesa riada de barro que arrastraba material desde la ladera del volcán Pichincha. El sector de la Gasca está en uno de los laterales de la ciudad que está encajada en el medio de una confluencia de volcanes a 2,850 metros en Los Andes ecuatorianos.
El alud movilizó a 60 efectivos de las Fuerzas Armadas que trabajaron toda la noche junto con 50 bomberos, 26 ambulancias y policías en la búsqueda de personas y en la remoción de escombros. Por la mañana, se evidenciaba el destrozo de la riada de lodo en las calles aún anegadas con varios centímetros de barro resbaladizo. El alcalde quiteño, Santiago Guarderas, explicó horas después de la tormenta que habían caído 75 litros de lluvia por metro cuadrado, un récord, según dijo, que no se reportaba desde 2003. El martes amaneció con varias calles cortadas y excavadoras retirando los destrozos causados. Las familias más afectadas fueron desplazadas a los albergues.
El Servicio de Gestión de Riesgos ecuatoriano había advertido el lunes por la mañana de la llegada de lluvias intensas que podrían provocar inundaciones en Quito, además de en otras zonas del país. Según el mapa publicado en Twitter, el área de Quito estaba en color rojo, así como la mayoría de las poblaciones de la cordillera andina.
El fuerte aguacero en la capital coincidió con una oleada de tempestades que han afectado a gran parte del país, especialmente a algunas provincias de la sierra andina y la zona costera. Según informes del Servicio Integrado de Seguridad Ciudadana ECU-911, algunas zonas de las provincias andina de Cotopaxi y costera de Los Ríos han sufrido afectaciones por el desbordamiento de ríos.
Ante la tragedia, el presidente Guillermo Lasso envió un mensaje de solidaridad y condolencias. El Municipio quiteño fue cuestionado por falta de mantenimiento de las quebradas naturales que lindan con los laterales de las zonas residenciales.
El cambio climático ha intensificado los fenómenos naturales en varios países del mundo, y regiones como la cordillera de los Andes, son vulnerables a las lluvias constantes que provocan deslizamientos de tierra y con ello tragedias humanas.
Lluvias extremas en Brasil también provocaron un desastre natural como en Ecuador
Más de 20 muertos, incluidos ocho niños, por las fuertes lluvias en el Estado de São Paulo que con la temporada de precipitaciones ha causado desde diciembre inundaciones letales también en Bahía y Minas Gerais.
Las abundantes lluvias caídas desde el viernes en el Estado de São Paulo han causado hasta este lunes al menos 24 fallecidos, incluidos ocho niños, y graves estragos en casi una treintena de municipios, según el balance más reciente del Gobierno estatal. Parte de los fallecidos fueron víctimas de deslizamientos de tierras, que en la temporada de lluvias suelen ser letales en zonas peligrosas habitadas de manera irregular a falta de mejores opciones. Las fuertes precipitaciones también han provocado inundaciones, corte de carreteras, desbordamiento de ríos y derivado en el desalojo de más de 1.500 personas en el estado más poblado y rico de Brasil. Ocho personas están desaparecidas, según Defensa Civil.
El gobernador de São Paulo, João Doria, sobrevoló este domingo la zona afectada y anunció una ayuda de emergencia de 15 millones de reales (2,2 millones de dólares).
La temporada anual de lluvias en Brasil comenzó el octubre y desde entonces han causado diversos estragos. A finales de diciembre hubo inundaciones en el Estado de Bahía, en las que murieron 24 personas, y hace un par semanas en Minas Gerais, donde hubo 19 fallecidos, las precipitaciones obligaron a paralizar las actividades de la industria minera y causaron un accidente mortal espectacular al desplomarse una pared de piedra sobre unos turistas en un lago muy frecuentado por sus cañones.
La ciudad de São Paulo, su zona metropolitana (ambas concentran una población que supera los 20 millones de personas) y el interior del Estado permanecen este lunes en alerta con riesgo alto de inundaciones y deslizamientos, según el Centro Nacional de Monitoreo y Alertas de Desastres, citado por Efe.
El temporal también ha afectado a la campaña de vacunación en plena explosión de casos por la variante ómicron. La inmunización para los niños de entre 5 y 11 años comenzó este mes contrarreloj ante la inminencia del inicio del curso.
El gobernador se quejó de la falta de ayudas del Ejecutivo de Jair Bolsonaro: “El Gobierno federal también es responsable y debe ser solidario, tiene la obligación de brindar apoyo, no solo con declaraciones, sino con recursos y personal”, declaró Doria durante una conferencia de prensa en Franco da Rocha, una de las ciudades más afectadas, informa Folha de S. Paulo. Doria está enfrentado al presidente Bolsonaro desde el inicio de la pandemia, que el primero afronta guiado por la ciencia y centrado en conseguir vacunas primero y después en inmunizar a toda la población para retomar la normalidad.
El Ministerio de Desarrollo Regional le replicó en redes sociales acusando de electoralista al también precandidato a las presidenciales de octubre. “Causan extrañeza las declaraciones del gobernador João Dória, que parece desconocer el carácter técnico del trabajo de este ministerio, que no se guía por la política electoral”.
Los meteorólogos pronostican una primera semana de febrero con lluvias por encima de lo habitual en São Paulo y en dos estados situados al sur, Paraná y Mato Grosso do Sul.