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La última ola de calor puso en jaque al sistema de salud, que no está preparado para ante el cambio climático. Sin embargo, estos eventos demandan acciones urgentes para proteger la salud.
Expansión Política
Enfermos en camillas con un ventilador al lado fue una imagen recurrente en varios hospitales del país durante las tres primeras semanas de junio. Las familias de los pacientes llevaron sus propios ventiladores porque los sistemas de aire acondicionado fallaron ante la tercera onda de calor que se registró en el país.
Del 1 al 22 de junio, las temperaturas superaron los 40 grados centígrados en varias entidades federativas y afectaron la operación de los hospitales públicos con infraestructura deficiente ubicados en los estados más calurosos.
El personal de salud se vio obligado a trabajar entre sudor, falta de agua y pasillos abarrotados por una demanda mayor de atención, pues el calor ha incrementado la incidencia de enfermedades infecciosas y los casos de deshidratación, insolación y quemaduras.
Las elevadas temperaturas son resultado del cambio climático global y han puesto en jaque al sistema de salud mexicano, que no está preparado para hacerles frente. “En México, evidentemente, los hospitales y la infraestructura hospitalaria no ha previsto, como en muchos países ocurre, tener planes de acción por ola de calor”, señala en entrevista Carolina Gómez Vinales, maestra en Salud Pública.
Sin embargo, estos episodios serán cada vez más frecuentes y demandan acciones urgentes para proteger la salud ante emergencias ambientales.
LOS ESTRAGOS
Fueron 22 días de calor infernal. Tres semanas con elevadas temperaturas en la mayor parte del país y los hospitales públicos resintieron sus efectos. El personal de salud del Hospital Regional de Alta Especialidad del Estado de Veracruz tuvo que salir a las calles a exigir lo básico: insumos médicos, acceso a agua potable y mantenimiento o instalación de sistemas de aire acondicionado.
Durante la protesta, realizada el 23 de junio, los profesionales sanitarios denunciaron la suspensión de cirugías por falta de agua para esterilizar instrumental y quirófanos, pues el calor agudizó la sequía en México.
En el mismo estado se manifestaron médicos y enfermeras de la Unidad Médica de Alta Especialidad del IMSS para exigir la instalación de equipos de aire acondicionado. Según reportaron, en este hospital no hay suficientes sistemas de calefacción y los que ya existen no funcionan.
Al norte del país, en el estado de Tamaulipas, las autoridades locales reportaron ocho hospitales con problemas por la onda de calor. Con pancartas en mano que rezaban “Es inhumano atender pacientes sin clima”, profesionales sanitarios del Hospital General “Dr. Carlos Canseco”, de Tampico, protestaron también por la falta de aires acondicionados.
En un quirófano, detallaron, las temperaturas pueden alcanzar entre 43 y 48 grados centígrados y, pese a esto, varios no cuentan con ventilación adecuada. Los sanitarios advirtieron que los pacientes con heridas abiertas corren mayor riesgo de adquirir infecciones en climas húmedos.
Estos días de calor intenso han disminuido, pero no darán tregua por completo al sistema de salud. Aunque el Sistema Meteorológico Nacional (SMN) anunció el fin de la tercera ola de calor el 22 de junio, durante los siguientes días al menos cuatro estados continuaron con temperaturas por arriba de 45 grados.